XVII

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Entré en la cocina, acompañada por Lauren, para encontrarme con su madre. Estaba friendo las rosquillas a las cuales Lauren les había dado la forma, al igual que estaba haciendo ahora. Estaba haciendo churros con la masa y girándolos para formar un círculo.

- ¿Quieres ayudarme? -Me dedicó una sonrisa que estuve obligada a devolver-

Esa fue la primera sonrisa que tuve en todo el día.

- Claro.

Me lavé las manos y tomé un poco de masa para hacer rosquillas junto a la morena. Nos dedicamos a hacer rosquillas alegremente pero hubo un momento en el que nos detuvimos. Lauren me pasó la mano por la nariz dejando la marca de la harina en ella. Estornudé y ella se rió a carcajada limpia. Sonreí por eso.

La risa de Lauren era música para mis oídos. Era el sonido más tierno que jamás había escuchado en mi vida. Podría oírla reír todo el día y jamás me cansaría.

- ¡Hey! ¿Por qué has hecho eso? -Fruncí el ceño por segundos antes de reír-

- Es divertido.

Antes de que pudiese reaccionar esparcí mi mano por toda su cara. Sus cejas blancas me causaron tanta gracia que tuve que flexionarme debido al dolor que me estaban causando las carcajadas en mis abdominales. Ella se rió junto a mí y comenzó a perseguirme por la cocina.

- ¡Lo vais a manchar todo! -Gritó su madre-

Me paré asustada antes de darme cuenta de que la madre se estaba riendo. Entonces Lauren me atrapó fuertemente entre sus brazos y me tiró al suelo. Comenzó a hacerme cosquillas en la barriga y lo único que pude hacer fue patalear como acto reflejo.

- ¡Basta! -Dije entre risas- ¡Para por favor!

- Di que me quieres.

- ¡Te quiero! -Chillé-

Me besó la frente y se levantó. Luego tomó mi mano y me ayudó a mí tambien a ponerme en pie. La madre nos sonrió y abandonó la cocina lentamente.

- Vosotras limpiaréis este desastre.

- De acuerdo. -Bufó Lauren-

Después de limpiar la cocina teníamos que limpiarnos nosotras así que subimos al baño. Lauren fue la primera en lavarse la cara y manos, luego llegó mi turno. La oji-verde me observaba sonriente, los nervios me atacaban.

Traté de lavarme las manos sin subirme las mangas, pero la morena se dio cuenta:

- Deberías remangarte o te mojarás la camiseta.

- Tranquila, así está bien... -Sonreí nerviosa-

- ¿Pasa algo? -Frunció el ceño-

- No, no.

Terminé rápido de asearme y bajamos al jardín. Nos sentamos en los columpios, Lauren se balanceaba ligeramente y yo miraba al suelo.

- ¿A qué se debe esta visita?

- Quería verte. ¿No puedo? -Sonreí-

- Claro que puedes, amo que lo hagas.

Miré al frente, fijando mi mirada en la carretera. Un par de coches pasaban de vez en cuando pero normalmente se veía vacía y muy poco transitada. Lauren captó mi atención:

- No me devolviste el beso de antes.

- ¿Lo quieres? -Me acerqué a ella-

- Duh.

Reí por la entonación de la palabra y la forma en la que agitó su mano. Me senté sobre ella en el columpio y acerqué mis labios a los de ella, juntándolos. Ella puso sus manos en mi cintura para evitar que me cayese y yo puse las mías en su cuello. El beso era suave y todo lo que demostraba era cariño y afecto, ningún tipo de tensión sexual como la otra vez. Tras el pequeño juego de besos me separé, mirándola fijamente a esos ojos esmeralda que tanto amaba. El brillo en ellos era notable, igual que la sonrisa que me dedicaba en ese momento.

Se la devolví.

Apreciaba todo de ella. Físicamente era perfecta pero su interior me había enamorado. No solo amaba sus ojos y su sonrisa. También la forma en la que pasaba su brazo por mis hombros, la forma en la que tomaba mi cintura protectoramente, la forma en la que me sonreía y me miraba como si fuese lo más bonito que jamás ha visto. Amaba que me tratase de forma especial, que me dejase su chaqueta cuando tenía frío... Amaba todo de ella, tal vez estaba enamorada de ella.

Tal vez no.

Estaba enamorada de ella.

Bajé la mirada por unos segundos antes de volverla a sus ojos verdes. Ella estaba mirándome confusa.

- Lauren.

- ¿Sí? -Preguntó curiosa-

- Te amo.

Abrió los ojos de una forma que nunca vi en ella. Era la primera vez que la veía tan sorprendida.

- ¿Qué?

- Te amo. -Repetí-

- ¿Lo estás diciendo en serio?

- Sí, ¿hay algo malo?

- No. -La vi sonreír como nunca- Eso es genial.

Juntamos nuestros pulgares y nos besamos. Compartimos más que unos labios y aprecio, compartimos una relación correspondida. Compartimos nuestros sentimientos. Nos compartimos a nosotras.

~

N/A: ¡SORPRESA! Doble capítulo hoy. Porque os quiero. xx


Kiss my wrists {CAMREN FANFIC}(Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora