XXXIII

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Creía que todo se había acabado, que ya no habría más sufrimiento a lo largo del día. Pero me equivoqué como siempre.

Atravesé la puerta de mi casa para encontrarme con mi madre en el salón. Se veía preocupada así que me acerqué a ella para encontrarme con una carta sobre la mesa. Entonces fue cuando sentí cómo mi pulso comenzaba a acelerarse. Retrocedí dos pasos.

- ¿Eso es...

- La fecha del juicio. -Interrumpió mi madre con una voz rota- Es la semana que viene.

Sentí como mi pecho se encogía. Seguí retrocediendo.

Antesde que mi madre pudiese decir nada dejé caer mi mochila y salí corriendo. Fui al único lugar en el que creía que sería mejor recibida, el hospital. Necesitaba ver a Dinah y sobre todo despistarme de todo lo que estaba ocurriendo.

Necesitaba escapar. Respirar. Vivir.

Una vez que llegué entré en la habitación donde se hallaba mi mejor amiga tumbada en una cama. Estaba despierta y rodeada de niños chillones. Reí cuando al vi quejarse y mandar callar a sus hermanos, la extrañaba así.

En cuanto me vieron salieron del cuarto y nos dejaron a solas. A pesar de ser molestos a veces siempre fueron buenos chicos, eso nadie lo podía negar.

Me senté a su lado y tomé su mano. Ella me sonrió y yo bajé la cabeza, en el acto supo que pasaba porque me sacudió el brazo y me hizo mirarla. Su sonrisa ahora estaba totalmente desavencida, me miraba con preocupación y eso no me gustaba.

- ¿Qué ha pasado? -Intervino la polinesia-

- Por qué piensas que ha ocurrido algo?

- Camila... -Insistió- Te conozco.

- Ayer expulsaron a Lauren del colegio.

Sus ojos se abrieron.

- ¡¿Qué?! ¿Y me lo cuentas ahora?

- Fue por mi culpa Dinah. -Ignoré su pregunta-

Bajé la cabeza de nuevo pero me la levantó al tomar mi barbilla. Esta vez me miró con el ceño fruncido, como si me estuviese obligando a contarle lo que me ocurría. Absolutamente todo.

- Lo dudo. -Sacudió su cabeza- ¿Por qué la expulsaron?

- Digamos que Austin...

- ¡Ya está este imbécil otra vez! -Gritó enfadada- ¿Qué ha hecho?

- Me... Me puso un cuchillo en el cuello... -Moví mi mirada hacia mi mano, entrelazada con la de Dinah- Me besó el cuello... -Suspiré tratando de ignorar el dolor- Me rompió la camisa y empezó a...

- Basta. -Rogó- Por favor.

- Y luego Lauren le golpeó como una loca. Tuvieron que separarla de él y Austin está aquí, en el hospital.

- ¿Aquí? -Dijo sorprendida- No quiero estar aquí, me largo.

Trató de levantarse pero la frené.

- No seas estúpida.

Ella bufó y se limitó a cruzarse de brazos. Yo permanecí en mi asiento y el silencio duró entre nosotras un tiempo. Yo jugando con mis manos y ella con los ojos cerrados. Pero luego habló:

- ¿Algo más que contarme?

Negué.

- Camila, mi madre ha hablado con la tuya. Sé lo de el juicio.

En ese momento recordé la escena de antes y comencé a sentirme mal. Un ligero dolor se formó en mi sien y tuve que llevarme las manos a la cabeza. Dinah lo notó, por lo que puso su mano en mi espalda.

- ¿Estás bien?

- Sí, yo solo... -Me paré a pensar unos segundos- Solo es un dolor de cabeza.

- Bien. -Se llevó las manos tras la cabeza- ¿Qué opinas?

- No opino nada. -Dije de forma seca-

- Como quieras, si no te apetece hablar ahora no pasa nada. Pero más vale que no te lleves mal con los juicios.

- ¿Por qué? -Pregunté confundida-

- He denunciado a Austin.

Sentí la presión en mi pecho, mi pulso acelerándose, mi corazón bombeando sangre fuertemente y mi respiración atascada en mi garganta. Los nervios y el terror me atacaban de forma intensa en ese momento y yo no sabía cómo reaccionar ante sus palabras. Estaba en estado de shock.

"No..." Susurré.

-

Era alrededor de la sexta vez que Austin me golpeaba fuertemente. Me había soltado un par de puñetazos y había golpeado mi cabeza contra una taquilla. Una vez que se cansó y se alejaba de mí cometí un gran error.

- ¡Te denunciaré! -Grité desde la lejanía-

Se paró en seco antes de volver hacia mí aún más enfadado de lo que estaba antes. Me agarró del cuello y me acorraló contra la pared, dejándome sin respiración.

- Escúchame bien, zorra. No me denunciarás, ¿te queda claro?

Quise responder pero solo podía retorcerme y hacer fuerza sobre sus manos, inútilmente.

- Tengo más contactos de lo que tú crees. Si me denuncias, ¿crees que me llevarán a un centro de menores? -Rió- Estás muy equivocada. Y si lo hacen saldré muy pronto y volveré a por tí. Te mataré incluso con el hecho de que me denuncies, así que ándate con cuidado.

Tras decir eso último me soltó. Se fue y yo solo me quedé en el suelo tratando de recuperar el aliento con las manos aferradas a mi garganta, llorando.

-

"No..." Repetí. "No por favor..."

Esa noche mis brazos pagaron el castigo.

Kiss my wrists {CAMREN FANFIC}(Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora