De Detrás del Espejo [Pausada y editando]

Cap.2 La primera vista

-¡Voy!

Cuando Elena salió, vio a un niño al fondo de la calle. No se lo podía creer. Era El Niño de su sueño. Elena tiró la bolsa de basura al suelo y se fue corriendo hacia él. El Niño pareció que ni se inmutaba. Elena fue tan deprisa, que cuando llegó al niño, sintió la necesidad de apoyarse en su brazo para frenar pero, El Niño desapareció cual nube en el aire. Como si solo hubiera sido una sombra. "¿¡Qué!? No puede ser. ¿Estaré loca? Pero si solo tengo 16 años. ¿Qué está pasando? No puedo contarle esto a nadie. Pensarían que estoy loca. ¿Y si lo estoy...? ¡Para! Estoy pensando en círculos. Si sigo así no acabaré nunca. Tengo que volver a casa. Nadie puede sospechar". Cuando volvió a casa, la cena estaba puesta pero ella ya no tenía hambre. Solo quería irse a dormir. Quería volver a ver al niño en su sueño. Quería una explicación .

-Elena, cariño, lávate las manos y ven a cenar.
-No tengo hambre mamá. Estoy cansada, me voy a ir a dormir.
-¿Sin cenar? No puedes acostarte sin cenar. Tómate un vaso de leche aunque sea.
-Pero no tengo ganas mamá.
-Un vaso pequeñito.
-Elena, hazle caso a tu madre.
-Voy.

Elena se tomó aquel vaso de leche y se fue, por fin, a dormir. No se despertó en toda la noche, no volvió a tener ese sueño.

Pasaron tres semanas y Elena ya casi se había olvidado de ese niño, de ese sueño. Solo se acordaba de él al ir a tirar la basura. Al ver la calle oscura donde el niño apareció.

Sonó el despertador, había que levantarse. Hoy era el examen de recuperación de aquel examen que suspendió por culpa de su sueño. Se vistió y se miró en el espejo que tenía en el techo de su habitación. Era un espejo pequeño rodeado de un marco. De aquel marco parecía salir una nota.
Elena, no soy un sueño. Soy un niño real que intenta pedirte ayuda. No puedo hablar contigo por qué tienen mi voz y mi cuerpo encerrados bajo llave. Hasta ahora solo me podía aparecer en tu sueño. Pero descubrí que también podía aparecerme cuando estuvieras despierta. Hace ya tiempo que no me aparezco en ninguno de tus sueños. Es porque "él" los tiene muy vigilados. Están intentando atar mi alma, ya que la única que pudo escapar de ellos. He conseguido enviarte esta nota, pero tienes que destruirla. No puedes dejar que nadie la vea porque, si no me atraparán y, tú... bueno, eso ya te lo contaré. Dentro de unos días me apareceré en tu sueño e intentaré comunicarme contigo.