VII.

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Él llega junto con y como el verano.

Lleno de sonrisas coloridas, la piel adorablemente morena y los ojos maravillosamente brillantes como cuando los rayos del sol apuñalan las olas saladas, las mismas que están frente a la tienda de manualidades usadas, y Hoseok nunca ha tenido realmente un interés especial por las muñecas, ni siquiera por las de porcelana fina que estaban llenas de polvo en la habitación de su madre.

Pero la increíble belleza de ese muñequito de orbes negros y cabello oscuro atan a Hoseok por la cintura desde el primer momento, y el día antes de despedirse de sus vacaciones en Busan, Namjoon le murmura algo acerca de la suerte que ha tenido al comprar un caprichito como ese a tan bajo precio, el cual, hasta entonces, a Hoseok le había parecido desorbitante (él no quiere que le pregunten por qué ha comprado la muñeca de todos modos), pero Namjoon le explica que no se trata de un simple juguete que luce muy lindo, aunque Hoseok se lo habría esperado por sus facciones tan bien hechas pero tampoco ha oído antes el término Ball Jointed Doll.

Pasan alrededor de tres meses llenos de noches sin dormir y cortes en la punta de los dedos hasta que Hoseok sabe realmente como mantener y moldear una muñeca articulada de bola.

Él realmente se impresiona cuando sabe que puede intercambiar partes de su cuerpo, pero solo se limita a moldear el contorno de sus muslos y refinar sus nudillos algo desgastados, porque las facciones en su rostro cautivan a Hoseok de una manera que hasta olvida que ha estado mirándole por más de cinco minutos seguidos.

No le parece del todo preocupante la verdad, no cuando una tarde, durante la palabrería que brota hasta el techo del aula desde los labios agrietados de uno de sus profesores, Hoseok toma su pluma negra y comienza a garabatear, sobre los cuadros impresos finos en su cuaderno, sílabas y caracteres al azar, o quizás no tanto, pero el punto es que "Tae" y "Hyung" terminan yendo muy bien juntos, y Namjoon después se ríe de él cuando le llama al muñeco por su nombre.

Taehyung.

No le importa la burla de su amigo porque le gusta mucho el sabor que hay en su lengua atrapada en su boca y en sus labios cuando se curvan en la última sílaba, tanto que sabe que es el correcto cuando saborea las letras una a una al pronunciarlas mientras se ríe de sí mismo por creer que dentro de los ojos negros y brillantes de Taehyung hay algo más que solo cristal.

Pero Hoseok no se está riendo cuando vuelve a sentir el verano pegajoso en la piel una mañana al borde de reencarnar en tarde, en la que despierta con un pequeño y delgado chiquillo moreno desnudo acurrucado junto a él.

Hoseok no siente ni un poco de miedo, en ningún momento, aunque sí está lo bastante sorprendido como para no dejar de preguntar y preguntarse a sí mismo por casi tres semanas seguidas si Taehyung es real y si él realmente está tocando su piel ahora tibia y sentir hasta con la yema de los dedos el palpitar de su corazón.

Quizás, cree Hoseok, es porque él es un idiota y Namjoon dice que el miedo no asalta en el corazón de los idiotas.

Pero Taehyung cree que es porque Hoseok tocó la magia incluso cuando no podía verla, aunque las enormes sonrisas contagiosas en el rostro del mayor en tiempos difíciles le dicen que, de hecho, él podría ser un estúpido, pero ese es otro tema.

Cuando las mejillas de Taehyung se han teñido de un rojo intenso bajo la oscuridad mientras su cabello se adhiere a su frente con sudor que no sabe si es suyo o el de Hoseok sobre él, quien llega a lo más profundo de su interior entre jadeos débiles y gemidos roncos, mientras las delgadas piernas morenas se aferran a la cintura de Hoseok, Taehyung entiende que es tal vez algo mucho más grande que la magia, aunque lo había sospechado antes cuando sus emociones rebosantes lloraban como un niño recién nacido y le hacían reír entre los brazos de Hoseok de la misma forma en que él lo hacía.

ball jointed dolls ※ jimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora