Flores en mi ventana

6- Una gardenia.

Ya habían pasado unas semanas desde ese horrible encuentro con el desconocido. Se detuvo por tres días, pero luego siguió con la rutina de dejarme flores.

Esta vez, TODO sería diferente, se había decidido a dejarle una nota adjunta a una roca, para que así el viento no se la llevara. Suponía que obtendría la respuesta esa mañana, por lo que se apresuró a despertar. Había escrito sólo dos renglones, pero estos contenían más de lo que se podía imaginar.

  «¿Por qué no me dices quién eres?, me asustas con este tema y no me gusta que te escabullas a mi habitación»

Miró directamente hacia afuera. Había una gardenia con un papel enrollado y otro pedazo debajo de la roca. Se levantó como si un resorte hubiese estado en su espalda e hizo maromas para llegar a su silla. Cuando por fin tuvo la flor en mano y el arrugado papel en la otra, se apresuró a leer el que contendría la respuesta a su duda. Dedujo que el último.

«No te digo quien soy porque sé que me alejarías de la manera más cruel. Perdóname, mi intención no es asustarte, nunca lo ha sido ni lo será. No he vuelto a escabullirme en tu habitación si es lo que te preocupa, no quise que te alteraras esa noche, perdón. Perdón por asustarte; perdón por escabullirme en tu habitación; perdón por no decirte quien soy; perdón por amarte»

Sintió su corazón apretujarse en su lugar al leer el final. No entendía como alguien podía amar a alguien como ella. Y no, no lo decía por no poder mover las piernas, lo decía por su complicado mal humor y poco tacto hacia los demás.

Desenrolló el rollito del tallo y se apresuró a leer lo que aquellas palabras decían.«¿Sabes? aveces me da miedo que en realidad no puedas volver a ser la misma de antes, me da miedo que tu corazón se haya endurecido como una piedra, me da miedo haber llegado demasiado tarde. Pero, luego recuerdo la forma en la que miras las flores y me siento pleno y feliz porque sé que aún hay esperanza» 

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Especial de navidad :)