Las flores dejaron de aparecer en mi ventana de un día a otro. Las notas que escribía, se quedaban allí aplastadas por una roca sin ser leídas. Exactamente como yo las había doblado.
Miraba hacia la calle constantemente, preguntándome que sucedía con el chico desconocido, estaba entristeciendo cada vez que veía el vacío en el borde, sin ninguna flor con rollo de papel esperando para que mis manos la desenvolvieran.
«¿Por qué te fuiste? ¿Dejé de parecerte interesante?» Dejé el quinto mensaje con un suspiro. Tal vez yo también debía rendirme.
Tomé la mochila de escuela y la colgué en el manubrio de mi silla de ruedas. La niñera me esperaba fuera de mi habitación para llevarme a la escuela, esta vez ni siquiera le deseé la muerte o la miré mal, y realmente odiaba sentirme así por no recibir esas flores, porque no me gustan y se supone que me aterra el desconocido que se trepa a dejarlas, pero sabía que no era así, era todo lo contrario. Me estaba sintiendo abandonada de nuevo y el vacío se hacía más extenso en mi estomago al pasar los días.
Por primera vez, luego de tres años, una persona me volvía a importar y desaparecía. A pesar de que no tenía idea de quién era, caló profundo y me dolía.
Dolía volver a la soledad. A la monotonía. A la Phoebe sin vida. A la desesperanza.
Yo era como esas flores en el fondo de mi armario, marchitadas y sin solución.
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Flores en mi ventana
RomanceNo sabía que hacer. ¿Asustarme por el loco que se subía a mi ventana a dejar flores? ó ¿Enamorarme de cada palabra que era escrita en el papel? Sucedía casi todos los días, una flor de cualquier tipo aparecía en mi ventana con un papel sin firma ama...