alone ☪ muke

epilogue

sosteniendo el asa de su guitarra, el rubio caminaba nuevamente por los pasillos de la clínica armstrong. a pesar del transcurso de un año todo en apariencia seguía igual, las blancas paredes acarreando tranquilidad junto a los mosaicos de diseño en el suelo.

a lo lejos divisó a billy en una de las esquinas, y no dudó en acercarse para dejarle un saludo después de tanto tiempo.

le hizo saber cómo el otoño pasado abandonó la universidad. simplemente se dio cuenta que aquella carrera no era su vocación. ahora atendía una escuela musical y a veces cantaba en algunos bares nocturnos. él no sabía si la música lo haría llegar lejos como persona, pero por el momento se sentía bien consigo mismo.

alguien le había dicho una vez que la vida era muy corta para no hacer lo que uno quisiera. que era mejor fracasar e internarlo, y eso era exactamente lo que hacía.

"estoy feliz de que estés bien, muchacho." billy sonrió, luke devolviéndole el mismo gesto sonriente. a pesar de todo lo vivido en la previa primavera, aceptaba que el hombre era realmente una buena persona.

pasó de corrido por la sala principal luego de unos minutos, y recordó las muchas veces que vio su serie favorita junto a él en el mueble. esas noches en la que reía debido a los estúpidos diálogos sin sentido, a sí mismo no dándose cuenta que su acompañante de al lado sonreía viéndolo a él.

aquella clínica estaba llena de tantos recuerdos que en la memoria de luke eran difíciles de borrar. desde la máquina expendedora que seguía dañada en donde lo vio de cerca por primera vez, hasta uno de los muros en donde lo encontró llorando pero decidió no hacerle ningún comentario al respecto. cada rincón guardaba una historia inolvidable que formaban parte de la persona quien era él hoy.

"¡luke!" oyó una voz conocida a sus espaldas y se giró. la pelirroja seguía tan hermosa como siempre, llevando sus labios pintados de un rojo carmesí. "¿qué estás haciendo aquí?"'

"pasaba por la ciudad y decidí venir a saludar." reajustó la tira de su guitarra.

"me alegro que lo hayas hecho." hannah dijo, un cambio radical haciéndose notar en su forma de actuar. "oye, uhm, si estás libre alguno de estos días tal vez podríamos tomarnos un café. no sé, si tienes tiempoー"

"me encantaría." sonrió hacia el preámbulo de palabras, con esto la muchacha se despidió alejándose con una sonrisa también.

el rubio continuó caminando hacia el lugar en donde todo había comenzado. se adentró al jardín y suspiró, discerniendo la misma banca blanquecina de siempre. el clima se asemeja a aquel día, despejado; en el cielo azul algunas nubes y el viento soplando.

se sentó dejando su guitarra al costado, y asimiló lo tanto que su vida había cambiado. él también como persona lo había hecho, ya no era el mismo muchacho que vivía del alcohol y las fiestas y no se preocupaba por nada. pues era que él le había enseñado otra manera de ver la vida, una diferente perspectiva de la cruda realidad.

michael clifford sufrió del mieloma por seis años consecutivos. la degeneración progresiva en su sangre fue victoriosa en contra de las radioterapias, tanto que decidieron darse por vencidos. las alteraciones proteicas hacían palidecer su piel consumiendo poco a poco su sistema, todo su ser. con el transcurso del tiempo la falta de autoestima, la soledad, y la depresión lo llegaron a atormentar del mismo modo, esta vez de manera emocional.

y entonces luke recordó las últimas semanas que pasó junto él. el cuerpo del teñido fue deteriorándose como una linda flor al morir, su enfermedad minando sus fuerzas con el tiempo. ya no tenía facultad para siquiera rasurarse o peinarse, así que el rubio lo hacía en su lugar. pensaba que era lo menos que podía realizar por su vida, puesto a que el teñido sin darse cuenta había hecho mucho más por la suya.

el día del entierro aceptó las disculpas de los padres de michael, envueltos de pura culpa y redención. después de dejar una rosa violeta de parte de annie, luke nunca volvió a saber más de ellos. últimamente no veía a su padre en los noticieros, y su madre ya no era más el centro de atención en los tribunales. luke creyó que finalmente todos obtenían lo que se merecían y que el peso caía por su propia cuenta según sus acciones.

respirando profundo, sacó de su billetera aquella lista y rebobinó el irreversible pasado. las fugas, la adrenalina, los miedos, las sensaciones de sus labios contra los suyos. cerró sus ojos imaginando nuevamente la corta travesía que habían experimentado juntos, los pocos tres meses en los que había tenido la suerte de vivir junto a él.

porque recordar era simplemente, volver a vivir.

él creía que nadie nunca podía ser feliz. porque nuestra expectación de la felicidad siempre va evolucionando. y mientras evolucionamos, todo cambia. incluso el amor que ahora tenemos se convierte en lo de ayer y la anticipación de las cosas que deseamos mañana, son las cosas que llenan nuestro vacío de hoy día.

siempre vamos a querer más, incluso si lo que tenemos ya es suficiente. ésta es la destrucción de ser humano. creamos esta ilusión de felicidad para hacerle justicia a los fracasos que aún quedan por vivir.

y a veces sí encontramos felicidad. pero incluso, a veces no está destinado a durar por siempre y eso mismo es hermoso con el fin de estar dispuestos a evolucionar.

michael llegó a completar la historia que quería. la creó para sí mismo con la ayuda del rubio. no pasó los últimos momentos de su vida sintiéndose solo.

murió siendo feliz.

por el otro lado, luke todavía no había encontrado su felicidad. sin embargo, estaba convencido de que estaba en el proceso de su propia evolución. y todo era gracias a él. pasó de ser una persona que era indiferente hacia las cosas que realmente poseían importancia, hacia una que ahora finalmente sí lo hacia. aprendió que la vida no trataba de quién se había acostado con más chicas, o quién había resistido hasta tomar la milésima botella de cerveza. la vida trataba de algo mucho más profundo, algo más escondido.

"tenías razón, michael. la vida no tiene que ser perfecta para ser maravillosa." dijo mientras pensaba que tal vez en un mundo alternativo, quizás en otras galaxias o años pasados, estaría junto a él. o si no fuera cierto, tal vez encontrarían un lugar en donde podrían llegar a estar juntos de nuevo.

y entonces atraparían sus sueños como lo hicieron hace meses. y entonces el teñido le haría saber que finalmente dejó de sentirse solo. y entonces le agradecería por haber sido él la única razón de ello.

él creía que se volverían a encontrar. y hasta ese entonces, sin duda lo extrañaría.

alzó la mirada hacia el cielo notando cómo parecía uno de sus tantos dibujos. aún podía sentir su presencia mientras que la brisa primaveral le otorgaba una sensación de paz y tranquilidad. giró su rostro hacia su lado y plasmó una sonrisa en su rostro, sin sentir miedo en lo absoluto.

no le importaba si era una simple ilusión, o un juego de su mente.

sonrió serenamente hacia su derecha observando al teñido sentado en silencio, carboncillo en mano; dibujando uno de sus tantos bocetos como siempre lo hacía.

fin

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lean el próximo capítulo por favor *･゜ﾟ･*:.｡..｡.:*･'(*ﾟ▽ﾟ*)'･*:.｡. .｡.:*･゜ﾟ･*