-¿Estas seguro? N-No podemos verlos..no sé, ¿en la boda? -reí al ver a mi novio tan nervioso.
Estamos en el auto de camino a ver a mis padres. La boda es pasado mañana y mi madre insistió en hacer una pequeña reunión. La mansión Kim estará de fiesta esta noche. Bueno, sólo será nuestra familia. Creo.
-Amor, ya los conoces. Sólo será una cena. -besé su mano tratando de tranquilizarlo. También me sentía nervioso pero debía mantener la calma por él y mi bebé.
-¡Pero es distinto! Antes era tu mejor amigo, ahora tu prometido y encima ¡embarazado! -gritó, y tuve que aparcar el auto, sungyeol enserio estaba alterado.
Acune su rostro en mis manos, y le di un corto beso. Sentí como mi contacto lo estremecía pero a los segundos empezó su llanto.
-N-No quiero ir -dijo entre lágrimas-. ¿Y si se o-oponen a nuestro matrimonio? ¿o si te alejan de mi?
Lo besé. Y por cada objeción que hacia atacaba sus labios.
-Deja de hacer eso -refutó quitando mis manos-, es enserio.
-Sungyeol, nos casamos en un par de días, mis padres no se opondrán a la boda, mucho menos me alejarían de ustedes. -dije firmemente acariciando su mejilla-. Y yo tampoco lo permitiría. ¿Sabes cuanto sufrí teniéndote lejos?
Negó con la cabeza. Y yo sonreí.
-Mucho~ -utilicé un poco de aegyo.
La cara de sungyeol me hizo detener, aclaré mi garganta y volví a tomar el volante.
-Mejor nos vamos.
-Si.
No faltaba mucho para llegar sólo unas cuantas cuadras. Al menos sungyeol se calmo un poco y ya no lloraba. Tan pronto las rejas se abrieron pudimos apreciar aquella casa que durante mi adolescencia fue mi hogar. Y ellos mi familia. Sungyeol no ha venido en mucho tiempo y lo noté por su expresión de asombro.
-Es más grande de lo que recuerdo -dijo saliendo del auto.
La temperatura estaba baja así me acerque a él para rodearlo con mis brazos por unos momentos antes de entrar. Unos de los empleados nos recibió amablemente y nos indicó donde se encontraban la familia kim. Tome la mano de mi prometido y la apreté levemente.
-Todo va a estar bien -susurre.
Abrí la puerta de la sala principal dejándome apreciar a mis dos hermosas y fastidiosas primas muy emocionadas al ver a sungyeol.
-¿Y a mi no me saludan? -replique pero fui ignorado. Como les encanta hacer eso- claro, ignorenme.
Desvíe la mirada mis tíos se levantaron del sofá junto con mis padres, hice una reverencia y llamé la atención de sungyeol. Mis primas lo liberaron de su agarre y él pudo verlos.