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Ayuda a base de Clarividencia
Al encuentro con mis amigos, nada como una buena hamburguesa para relajarnos de aquel gran susto. Podríamos olvidarnos un segundo sobre lo que tarde o temprano tendríamos que afrontar.
Al parecer por los hechos relatados con ayuda de Nicholas, Hareton y Denisse, Kathy esperaba mi llegada en el aula con cierta inquietud. Conforme pasaba cada segundo que marcaba las manecillas de su resplandeciente reloj rosa, esta parecía exaltarse más. Nicholas intento abordarla para así poder hacerle un breve interrogatorio sobre el por que me esperaba con tanta incertidumbre, a lo cual, como buena dama, solo hizo un ligero movimiento de cabello con el cual esquivo brutalmente su pregunta. Esto puso en una gran incógnita a mi amigo, por lo cual se fueron preparando para que en cualquier momento se llevara acabo una desdicha.
Y así fue. Buster llego con tremendo aborto, haciendo presencia de la gran llegada de su equipo "Halcón" con grandes bates en compañía de objetos punzocortantes. Llegó preguntándose "¿¡En donde se encuentra el maldito de Ken, con su bola de ingratos compinches!?" Palabras que en forma de alerta, provocaron que Nicholas y Denisse salieran desbocados de aquel infierno, mientras que Hareton había sido enviado a mi búsqueda con urgencia.
¿Qué? ¿Pensaron que lo de "Matarnos" no iba en serio? Esa es una de las razones por las cuales Buster es uno de los símbolos más temidos de todo el instituto, pero sin duda alguna, esta vez había rebasado los límites y nosotros seriamos su próxima presa.
Me sentí tan miserable en aquel momento. El tiempo se detuvo y tuve gran tiempo de ingerir a tragos amargos mi desdicha. Gracias a mi incompetencia, me encontraba envolviendo a mis mejores amigos en un lio, algo que pareciera transfigurarse en una gran y enorme bola de nieve que se digiere todo lo que encuentre a su paso, y en su llano blanco se encontraban mis amigos expuestos al peligro. ¿Pero que hacia? Por más remordimiento que cargara a diario, Buster había denotado una bomba contra todos, sin que yo pudiera controlarlo.
Medite un rato en su compañía, pensando que ellos no merecen llevarse mi carga y a la conclusión por tristeza y miedo que pude llegar fue a la siguiente: Tenía que entregarme a Buster aun que este me mandara al hospital, no tenía otra opción.
Así que respire profundamente y solté mis habladurías y pensamientos hacia mis amigos, los cuales por la inmensa amistad que existe, descartaron completamente la idea, ya que "Si se hunde uno, nos hundimos todos" Como suele decir Denisse. La siguiente estrategia para poder abordar este enigma era que nos enfrentáramos a ellos, lo cual con el simple hecho de decirlo parecía una locura. ¡Hablábamos de 15 sujetos contra 4!
No contemplábamos a Gregory por el hecho de que tenia bastante tiempo de conocer y tratar a Buster, por lo cual no había tenido la necesidad de huir y ser despojado del plantel, sin duda alguna un alma más salvada.
El tiempo transcurrió más rápido de lo esperado, compartiendo nuestra desdicha y dolor, necesitábamos un plan instantáneo o esto terminaría en tragedia. Pero en aquel momento con ayuda de la soda, Hareton hizo un intento por distender la conversación, cambiando de forma flexible el tema. Pero cuando estaba apunto de suceder el tranquilizante cambio de tema de conversación, Gregory llego a toda prisa para atemorizar nuestros alrededores.
Como ya lo había mencionado anteriormente, Gregory se quedo para disfrutar el caos frente a sus ojos, caos que vendría a inundar nuestros tímpanos. ¿Y cual era esa desdicha? Pues muy sencillo, cuando creíamos que las cosas no podían marchar peor, parecía caer un tornado en forma de maldición para amedrentarnos más.
- No saben por cuanto tiempo los he buscado, me tenían preocupado ¡Me alegro de verlos bien!
-¿Esta todo bien en el colegio?- Menciono Denisse.
