Capitulo 2

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Después de la tercera hora me dirijo con pies pesados hacia mi taquilla, al abrir después de 6 intentos de poner mi combinación bien, una hoja de papel demasiado blanco cae al suelo y se posa con suavidad a mis pies. Me agacho rápidamente y lo cojo, teniendo cuidado al levantarme para no hacerme una brecha con el canto de la taquilla. Comienzo a leer:

En la biblioteca en el recreo. No hables con nadie, no pronuncies ni una palabra.

Ya sabes quién soy.

Mis ojos se levantan rápidamente del papel y lo arrugo con rapidez, cierro mi taquilla de un portazo y empiezo a correr por el pasillo, pero entonces me doy cuenta de que estoy llamando la atención y reduzco el paso, llego a las escaleras que me llevaran al segundo piso. Y las subo con prisa, la segunda planta esta vacía y entonces sí que comienzo a correr con rapidez. Vislumbro el cartel que sobresale de una puerta en el que pone biblioteca. Mi corazón se me va literalmente a salir del pecho, noto cada latido en la garganta.

Abro la puerta sin delicadeza, y mis ojos se entrecierran al encontrarme la biblioteca completamente a oscuras. Dejo la mochila al lado de la puerta con prisa. Avanzo dos pasos adentrándome en la sala, puedo ver las estanterías gracias a la luz que entra por la puerta que da al pasillo.

- ¿Hola?

Entonces la puerta a mi espalda se cierra, ni siquiera oigo como chirrían las bisagras, me giro rápidamente para ver quien ha sido, pero mis ojos no logran acostumbrarse a la oscuridad. Por un momento pienso en dejar salir a mi parte animal, con sus ojos podre adaptarme mejor, pero descarto la idea rápidamente.

Entonces lo huelo, una fragancia que me resulta conocida y agudiza todos mis sentidos.

Oigo como alguien pulsa el interruptor de la luz y las lámparas de toda la sala se encienden descoordinadamente.

Mis ojos se cierran sin quererlo por el cambio de luminosidad, pero en cuanto los abro, me quedo de piedra mirando a la persona que me ha traído aquí.

Dan.

Sus fracciones están relajadas, incluso a la abismal distancia que nos separa puedo perderme en sus ojos azules como el mar, recorro su pelo, que le ha crecido hasta darle un aspecto más amenazante, tiene una mano en el bolsillo y la otra todavía toda el interruptor que ha encendido las luces.

Abro la boca para llamarle, para decir su nombre, preguntarle todo lo que le quiero preguntar, pero un gesto brusco por su parte me deja sin pronunciar palabra: lleva rápidamente su dedo índice hasta sus labios y ahí lo posa, mandándome callar en silencio. Mueve los labios y noto una especie de presión agradable en la tripa al recordar su tacto sobre los míos. Leo lo que trata de decir: "nos están escuchando"

Me quedo quieta en mi sitio mirándole confusa, miles de preguntas rondan mi cabeza, ¿Cómo ha llegado hasta aquí? ¿Cómo me ha encontrado? ¿Cómo ha escapado de los científicos otra vez?

Entonces me doy cuenta de que ha avanzado y que está a dos milímetros de mí, delante de mis ojos esta su pecho cubierto por una camiseta negra. No solo su pelo ha crecido, él mismo esta más alto, levanto la vista hasta encontrarme con sus ojos. Los observo uno por uno y veo como él hace lo mismo con los míos, me impregno de cada fracción de su rostro.

Aun no me creo que esto sea verdad, solo es un mal sueño que me está atormentando por la noche. Cierro los ojos a punto de llorar por la desesperación. Pero entonces noto como sus brazos se cierran a mí alrededor. Entonces una lagrima se escapa por mi mejilla hasta fundirse en la ropa de Dan, estoy a punto de susurrar su nombre pero él con rapidez se inclina hasta mi boca ya antes de que me dé tiempo a decir ni la D, me sella los labios posando los suyos con suavidad.

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