Habían pasado una semana desde que Elle intercambió palabra con Light.
La vida seguía, las clases normales y un Elle aún vacío, deprimido. Y no, no le diría a nadie, no quería preocupar a sus amigos y no quería que su novio lo viera débil. No de nuevo.
La clase de historia había terminado, los alumnos salían y Elle seguía en su escritorio con la mirada pérdida, pensando, quizás solo descansando, pero una mano apareció sobre su escritorio, atrayendo su atención. Fue breve, pues el dueño de esa mano ya se había alejado, y era Light. Elle, perplejo pero cayendo en cuenta que la clase había terminado, comenzó a guardar los papeles y libros sobre su escritorio y ahí notó un trozo de papel, como arrancado de una libreta y doblado en cuatro. Light la había dejado ahí hace unos momentos. Entonces Elle terminó de guardar sus pertenencias y puso el papel en su bolsillo, sin abrirlo, se dispuso a salir.-Matt me obsesionó con esa serie, ¿puedes creer que me arrastró a su casa para verla con él? -Mello le contaba a Elle de regreso a casa, iban solos pues vivían cerca uno del otro.
-¿Game of thrones?
-¡Sí! Mierda, está buena.
Hubo un silencio en el camino, no incómodo claro, y Elle lo aprovechó para sacar el trozo de papel que había encontrado, más bien, que Light le había dejado.«¿Sabías que el Dios de la muerte sólo come manzanas?»
Se quedó unos segundos observando y lo volvía a leer. Su ritmo cardíaco se aceleró un poco al leer «Dios de la muerte» y dejó de caminar, quedándose unos pasos atrás del rubio.
Oyó un chiflido, de los que emitía Mello para llamar la atención de alguien y al levantar la mirada de la hoja sus ojos, con una pizca de terror en ellos, chocaron con otros ojos carmesí que lo veían fijamente a una distancia muy corta.----------------
-¿Porqué lo hiciste? -le dijo entre risas.
-Para mantenerlo ocupado.
-Oh vaya, Light. Te consideraba un poco más listo que eso.Light sentado en el escritorio de su habitación, había cerrado los ojos. En su mente se dibujaba la imagen del chico que había visto llorando semanas atrás y no paraba de pensar en él. ¿Cómo era eso posible? Esa mirada perdida y tierna sonrisa la recordaba, pues de vez en cuando tenía la oportunidad de verla cuando lo veía con su grupo de amigos.
Abrió los ojos al oír una risa a su lado.
-Vaya Yagami. ¿Tan rápido caíste?
-No he caído en nada, así que cierra la boca.
-¿Estás enamorado?
Light lo fulminó con la mirada y desvío la vista a la pantalla de su computador.
-No -respondió- no lo estoy, eso sería ridículo.