Una mujer en mi mesa.

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Plagg comenzó a saltar sobre el cuerpo dormido de su compañero tratando de despertarlo.

-Ya es de mañana, muévete. - decía entre saltos.

-MMM...- se quejo el rubio acomodándose más.

-Si no despiertas arrojaré las joyas que tienes en tu gaveta superior por el inodoro. - dijo entre pequeñas risas alejándose de la cama.

-¡Plagg, no lo hagas!.- exclamó con los ojos abiertos de par en par, saltó fuera de la cama corriendo a detener el camino de Plagg.

-Ya era hora que salieras de la cama – decía el pequeño gato negro entre risas.- Mi amado queso se terminó y tú plazo para reunir lo del orfanato ya casi termina.

-No seas bobo aun me quedan 4 días - suspiro soltando al otro acercándose al espejo, su cabello estaba hecha una maraña de nudos, su piel se notaba pálida, bajo sus ojos cansados aún estaban las marcas de algunas lágrimas.

-No, solo te quedan 2 dias – interrumpe la auto inspección del otro, colocandose frente al espejo.- Perdiste 2 dias en tus lloriqueos.

-¡¿Que?! ¿Estas completamente seguro? - inquirio tomando a su pequeño compañero entre sus manos.

-Si, asi que cambiate ahora y ve a comer – sonríe levemente- Esta noche tendremos mucho trabajo que hacer.

-¿Qué pretendes? - le miro afilado sus ojos, algo en la actitud de la criatura negra le parecía extraño.

-Nada, solo quiero que mi queso - Mintió, por dentro le preocupaba que su compañero siguiese decaído.

-Debí suponerlo – suspiro caminando a su armario – Primero resolveremos del orfanato, luego lo de tu queso.

-Pero debes compensar estos 2 días trayendo queso extra.

-Ya lo veremos luego – finalizó entrando a la ducha, al cabo de un rato estaba listo para salir. Camino hasta el Vagabond Blues café, sus ánimos aun no regresaban pero aquel lugar siempre sería algo especial para el.

Entró retirando el sombrero de ala corta que llevaba, el invierno hacía su aparición lentamente en esas fechas. Se dirigió a la misma esquina e siempre buscando su mesa habitual pero se paró en seco ante la presencia de una joven morena de cabellos rizados azabaches.

-Disculpa – le habló acercándose lentamente, llamando la atención de la joven. Sus ojos tal cual onix le parecían familiares, pero aquellas delicadas facciones en marcadas por los rizos que caían por sobre sus hombros le confunden.

-¿Si? - sonrió la morena observando al rubio.

-Me preguntaba si podrías cambiarte de mesa – pidió con amabilidad, sin quitar su mirada del rostro de la chica.

-No – dijo tajante retirando su sonrisa- estoy esperando a alguien. - Alister arqueo una de sus cejas, podría haberse marchado a otra mesa pero aquella era su mesa favorita, la única retirada del resto y con vista al exterior.

-Estoy seguro que esa persona podría encontrarse en otra mesa .- Peleaba fuertemente contra el impulso de perder su tono amable con la risada.

-Yo estoy segura que usted podría sentarse en otra mesa también.- El rubio echó los pocos mechones sueltos de su cabello hacia atrás suspirando.

-Mira preciosa, en otra ocacion te invitaria a salir, quizás a desayunar aquí mismo – sonrió de lado dedicándole una mirada al cuerpo de la chica. - Pero hoy necesito algo de tranquilidad en mi mesa.

-¡A quién llamas preciosa! - exclamó la chica preparándose para pelear con el rubio.

-¿Qué sucede aquí? - intervino Alexia llegando al lugar rápidamente. - ¿Marie, te encuentras bien?

-Así que te llamas Marie, ladrona de mesas – decía el rubio mirando molesto a la risada.

-Sí señorita Marie Lemoine para ti – Los ojos verdes se abrieron como platos, su cerebro trataba de conectar esa figura con aquel nombre.

-Ya veo – suspiró la pelirroja – Por favor disculpa a mi amigo – Hablo golpeando al rubio con el menú que llevaba en sus manos – Alister tiende a ser muy terco en ciertas cosas.

-Espera ¿Alister? - La pelinegra, miro de pies a cabeza al rubio que pasaba su mano en el lugar donde la otra chica le golpeó. - ¿Alister Du Fortier? - La mesera miró a su amigo sin entender las palabras de la morena.

-Ese ya no es mi nombre – dijo por lo bajo, la pelinegra se puso de pie rápidamente abrazando al rubio fuertemente.

-Eres un idiota – las lágrimas caían de los ojos de la risada. - Como puedes olvidarte de mi.

-¿Qué sucede? - interrogó la pelirroja observando la escena.

-Este idiota es mi mejor amigo de la infancia – declaró la morena.

-¡Espera mary! - la mente del rubio comenzó a conectar las facciones conocidas con aquella dulce niña de su infancia.

-Eres un idiota – hablaron las dos chicas al unísono.

Luego de aquel encuentro los 3 tomaron asiento en la mesa de la discordia, Alexia había forzado nuevamente a Alister a comer mientras platicaban.

-Esto es demasiado – se quejó el oji verde.

-Come – le regañaron al unison.

-Podrían dejar de hacer eso.

-¿El que? - de nuevo al unison.

-Eso. - suspiro- Las 2 hablandome a la vez, en especial cuando es regaño.- las chicas rieron ante el comentario.

-Que te puedo decir, tu nueva ...bueno vieja amiga y yo comenzaremos a llevarnos muy bien.

-Como sea, ¿De donde se conocen? - inquirió el chico, llevando comida a su boca con desgano.

-Marie vino hoy a su entrevista de trabajo.

-Si, debo agradecer a Mea ella fue quien me recomendó venir. - sonrio la risada.- Jamas imagine que no solo encontraría trabajo, si no a mi mejor amigo. Aunque este se olvido de mi – cierto deje de tristeza apareció en sus ojos.

-Perdona a este idiota – rio Alexia tratando de acertarle otro golpecito que Alister esquivo sonriendo triunfal.

-No es mi culpa – se excuso este – Hace muchos años que no te veo, en mi mente aún seguía la imagen de aquella niña de dos coletas. No de ....- silencio mirando el cuerpo de la morena no cabe duda que los años habían echo efectos en ella, su plano cuerpo ahora poseía una figura muy bien torneada.

-¿No de que? -rió la pelirroja esta vez asestando el golpe a su amigo.

-Nada..- habló este sonrojado, quejándose por el golpe.

-Perverso – le susurró de manera que la morena no escuchara.

-Bueno ya no importa – sonrió la risa recuperando su ánimo – Ahora que nos encontramos de nuevo nos pondremos al dia, verdad Alister.

-Claro que sí – respondió la pelirroja por el – Por qué no empiezan ahora mismo, yo tengo que continuar con mi trabajo. - le guiña un ojo a la otra- Asegurate que termine toda su comida antes de irse. - finalizó marchándose para dejarles solos.



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Quería acompañar el cap de un banner de Meliste ;A; (se enamoró del nombre que le dieron al Shipp) pero como es pc prestada no tengo programas de edicion XD. Me hicieron recordar por qué odio el vil trabajo de Paint.

Comienzo a poner sus mentes a prueba jo jo jo ewe, los lectores más avispados ya irán notando las conecciones locas que hago. Alexia ya se hizo personaje habitual (?) lo siento no pude evitarlo simplemente amo esa relación que tiene con Alister, todos necesitamos de una amiga que nos ponga en orden las cosas.

Poco a poco nos acercamos al final de la primera parte de este fic, si desean mandar imágenes ya sea del café, alguno de los personajes o escenas del fic pueden enviarlos a mi pagina Kittens Cheshire y yo les publico. También pueden encontrar alguno que otro dato sobre los personajes en mi página.



Una vida mas. (Editando. )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora