Capítulo 62: Sehun

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¿Quién sabe cuánto tiempo he estado despierto?

Las sombras en mi pasado no duermen,

siguen llamándome, haciendo señas.

¿Quién sabe qué está bien?

Las líneas se vuelven cada vez más delgadas.

 (Imagine Dragons, Nothing Left To Say ).

 (Imagine Dragons, Nothing Left To Say )

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     Resulta que en ese mugroso lugar donde fui a dar, los cajeros automáticos cerraban a las nueve de la noche para evitar los asaltos y yo no tenía en mi billetera ni media moneda. Lo que sí tenía era bastante hambre, pero me daba mucha pereza pagar un hotel ya que no quería pasar la noche por ahí . Entré a dos lugares y no tenían sistema de pago con tarjeta y, ¡cielos! ¿Acaso manejé tanto que me devolví un siglo? No encontraba los sitios de comida rápida porque no conocía esa parte del país, así que me empecé a frustrar.

     Cuando me da hambre, me pongo de muy mal humor. En especial si ya estaba amargado desde antes. Entonces pasé por un hotel lujoso y no puede evitar ver mi apellido en un gran cartel que había en frente: Conferencia sobre comercio internacional, con la participación de grandes empresarios de renombre como el señor Oh, el señor Jeon y, por último, el señor Lee.

     Si ahí estaba mi papá, podía entrar, comer gratis y hasta beber champán. Creo que fue la primera vez que me alegró mi apellido. Estacioné la motocicleta en el parqueo del lugar, pero cuando intenté entrar al salón, uno de los tipos de seguridad me detuvo.

—No puede entrar aquí. Es un evento importante —me indicó.

—Lo sé. Soy Oh Sehun, hijo de uno de los conferencistas.

—Lo lamento, pero no puede entrar así; es un evento de gala.

     ¡Carajos! No era como si me hubiera preocupado por llevarme un saco y una corbata cuando salí de la capital. Entonces vi acercándose a un hombre como de mi edad.

—¡Oye! —lo detuve y tiré de él hacia un lado— Necesito que me des tu saco.

—¿Qué? —preguntó con cara de pocos amigos. Conocía los de su tipo: hijos de adinerados, estirados. Yo alguna vez fui así.

—Te lo pagaré. Te pagaré el triple de lo que vale, pero lo necesito ahora, así que quítatelo.

—Estás loco. No te daré nada. Si puedes pagar por él tres veces, compra uno propio.

—Escúchame, vengo desde muy lejos en una motocicleta y solo quiero entrar ahí, comer, ver si mi padre me deja quedarme un rato a dormir en su habitación y largarme; pero no puedo hacer eso si no tengo al menos un saco, y logro ver que bajo el tuyo usas una camisa elegante, así que incluso sin esa prenda, podrás pasar. Por lo tanto, dámela.

Proyecto Haema [Fanfiction EXO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora