Proyecto Haema [Fanfiction EXO]

Capítulo 92: Chanyeol

Así que llegaste como un misil,

cayendo en mi cabeza con el cielo oscuro (...)

Al igual que el borracho al que convenciste de que estaba sobrio,

me tienes cayendo (...)

Con las mejores intenciones trataste de darle una nueva dirección al mar.

Creo que te estás rindiendo, pero te estás llevando mi vida.

 (IAMX, Missile).

Fuente Karen V

     Fui a buscar a Kyungsoo a su casa, pero no lo encontré. Supuse que al ser fin de semana, estaría con su hermano para que Asher pasara tiempo con él y su abuelo, así que tomé el auto y me dirigí hasta allá. De todos modos, lo segundo que iba a hacer ese día era hablar con Baekhyun.

     Una vez que me estacioné en frente, la ansiedad me dio un fuerte golpe y tuve la enorme necesidad de un copo de nieve*, pero no era el momento ni el lugar, así que mientras me daba el valor, tomé la caja de cigarrillos, la golpeé para que se alinearan, saqué uno de ellos y me lo llevé a la boca. Antes de encenderlo, vi a Kyungsoo cruzar la calle y caminar hasta mí, por lo que salí del auto y tomé el cigarro aún apagado entre mis dedos.

—¿Qué haces aquí?

—Necesitaba hablarte... Fui a tu casa.

     Kyung se metió al auto y yo hice lo mismo. Miramos por el parabrisas sin decir nada hasta que rompí el silencio.

—Vi las noticias.

—Chanyeol... te agradezco que vengas a buscarme para decirme lo que pones en la televisión. La duda no me dejaba dormir.

—Sabes a lo que me refiero. Vi lo que pasó con el G-TOP hace tres días. Si no te había buscado, fue porque mi padre tuvo la genial idea de encerrarme después de que Zico llegó a casa a decirme que ya ni mi cabeza ni la de la gente que quiero estaba en peligro y también me advirtió que dejara las drogas, todo frente a mi padre. Estúpido idiota—encendí mi cigarro—. Ayer, tuvimos un gran enfrentamiento en el que básicamente, le dije a papá que ya no iba a controlar mi vida de ninguna manera, así que al fin, pude salir de su prisión.

—Me alegra que Baek no esté en peligro —me dijo con voz inafectada—. Dame uno de esos —me arrebató la cajetilla de cigarros.

—No está en peligro gracias a ti. Te lo agradezco, Kyungsoo.

—Yo no hice nada —le dio una enorme calada a su cigarro.

—No te creo.

—No me importa —lanzó ceniza golpeando el cigarro en el filo de la ventana.