Las cosas cada vez van mejor para la banda.
Están en los puestos número uno con su primer sencillo, los chicos sienten la emoción y poco sienten la sensación que todo esto es real.
Han ganado millones con la primera canción y no pueden imaginar lo que será lanzar el disco.
Ahora, por primera vez irán de tour siendo teloneros de big time rush, famosa banda de Estados Unidos.
Cuando Liam se ve acorralado por su reciente fama.
"Tienes que salir con Danielle"
"No la conozco lo suficiente" murmura el castaño.
"Pero ella gusta de ti" susurra el representante algo cómplice.
Liam niega con la cabeza.
"No, ella busca a un hombre diferente a mi, la escuché hablar con una de sus amigas sobre un tal Dylan y honestamente no me parece tan linda." concluye Liam alzando los hombros.
El señor robusto cierra los ojos completamente desesperado.
"Bien, traté de hacerlo por la buena."
Liam frunce el entrecejo confundido.
"¿Que hiciste por la buena?"
"Saldrás con Danielle" sentencia.
"Dije que no quiero."
El señor niega con la cabeza.
"No te pregunté, saldrás con ella, esto es así, si yo digo que te tires a un pozo, lo haces, sin rechistar."
Liam furioso se levanta de su asiento mirándolo tangente.
"¿Y que harás para obligarme?"
El hombre ríe acomodando su traje.
"Pequeño, vendiste tu alma al diablo en un contrato irrevocable, harás lo que yo diga cuando yo diga, en el momento que yo diga o, tu tus amiguitos y tu familia caen, así es esto, se lo dije a Zayn te lo digo a ti y pronto tendré una severa conversación con Louis y Harry."
Los aprieta los puños tratando de controlar las lágrimas.
"¡No puede hacer eso, no somos juguetes!"
"No, pero pronto lo serán, tazas, camisas, maquillaje, cualquier mierda que me de dinero" ríe aumentando el coraje de Liam justo cuando se trata de lanzar a golpearlo los brazos lo detienen, su respiración es pesada, sus latidos del corazón eran desbocados, justo cuando una voz reconfortante lo tranquiliza.
"Vamos Li, sólo será un tiempo, nos dejaran, cambiaremos de contrato y todo será mejor."
El representante ríe amargo.
"¡Unos cinco años más deberás tranquilizarlo!"
Y salen de la oficina del mismo diablo.