Zayn dio una última calada a su cigarrillo para después tirarlo.
Suspiró pesadamente recordando lo sucedido apenas en ese año, 2011, todo era tan raro a como alguna vez imaginó.
Casi no dormía, casi no comía, se podría decir que estaba vivo por pura suerte.
Bien, exageraba, pero el realmente se sentía mal.
La puerta de la salida de emergencia se abrió dejando a la vista a un muy cansado Liam, sus bolsas de ojeras tenían bolsas demasiado marcadas al igual que las cuencas de sus ojos.
"Luces horrible" dijo el moreno riendo.
"Puedo decir lo mismo de ti" gruñó.
"Hazlo" levantó los hombros restando importancia.
Liam negó.
"No puedo ¿a quien engaño?" preguntó haciendo un puchero.
Zayn se acercó a Liam colocando su mano en la parte de atrás del cuello de Liam pegando sus labios a los del castaño, los labios de ambos se acoplaban de manera en que parecían estar hechos el uno para el otro.
El sabor a tabaco y humo que Zayn tenía se mezclaba con el sabor a fresa de Liam, creando una combinación excelente.
El castaño se alejó de Zayn pegando su frente a la de su nuevo amante.
La respiración de ambos era pesada.
"¿Que fue eso?"
"Un beso" sonrió Zayn apartando un poco el flequillo de Liam dándose paso para ver los bonitos ojos marrones.
"Me refería a nosotros"
"Somos Liam y Zayn" contestó riendo.
"Te odio"
"No, no lo haces"