Liam trazaba lentamente los primeros tatuajes de Zayn mientras este dormía.
Sus dedos pasaron de sus brazos, sus hombros hasta llegar a su cabello que con cuidado adentró su mano apreciando lo suave y brillante que era.
Suspiró cerrando sus ojos, pensando en todo lo que había ocurrido en apenas unos años.
Nunca pensó estar en la cama de un chico, nunca pensó que estaría en una banda, nunca pensó estar enamorado de esa manera.
Todo le parecía irreal.
Si alguien viniera del futuro y le dijera todo lo que la vida le deparaba, no lo creería.
Sonrío a medias cuando escuchó un pequeño ronquido por parte del moreno, abriendo lentamente los ojos miró el delicado cuerpo de Zayn, subiendo lentamente su mirada, desde la punta de sus pies descalzos hasta llegar a su rostro que parecía sumamente relajado.
El morocho era simplemente hermoso ante los ojos de Liam.
"Liam" susurró el morocho haciendo sonrojar al menor "Liam, no me dejes."
El entrecejo del mencionado se frunció y colocando suavemente su mano en la mejilla del moreno comenzó a hablarle lentamente.
"Yo nunca te dejaría" los ojos de Zayn se abrieron de golpe, cristalizados, se levantó de inmediato subiendo al cuerpo de Liam quien lo sujetaba con fuerza.
"Tengo miedo" confesó temblando.
"Hemos pasado lo peor" susurró el castaño, pero el moreno enseguida negó con la cabeza.
"Siento que vendrán cosas peores"
Liam sonrió tratando de darle seguridad.
"Hey" el moreno bajó el rostro sintiendo como las lagrimas comenzaban a salir "Mírame, por favor" el moreno le hizo caso y justo cuando sus miradas se cruzaron el corazón de Liam latió acelerado haciéndole titubear un poco "Incluso si el mundo se acabara en este momento todo iría bien, porque estamos juntos."
El moreno se abrazó más de lo que era posible y susurró en el oído del castaño.
"Te amo tanto."
A lo que Liam contestó.
"Te amo un poco más."