Entonces Zayn lo entendió, entendió que la misma mano que provoca el daño, jamás curará la herida.
...
El recordar a Liam no era más que una sensación agridulce en el pecho de Zayn.
Quería odiarle, quería maldecirle y decir todo aquello que en momentos de ebriedad habían cruzado por su mente.
Pero le era más que imposible, ya que todo aquello era provocado por el recuerdo del desprecio de su amado, solo eso, el recuerdo, pues cuando pensaba en lo mucho que le amaba volvía a romperse.
Era curioso como las cosas empezaron, sobre todo como terminaron.
El moreno talló sus ojos con el dorso de su mano, limpiando sus lagrimas, tomó de nuevo de la botella y suspiró.
"¿Cuando vas a dejar de dolerme?" susurró con la voz rota.
"¿De nuevo estás llorando?" preguntó el chico mientras bostezaba "Estas jodido, Liam esta jodido, todo esta jodido aquí" gruñó cubriendo su cuerpo desnudo con sus prendas que yacían en el suelo de la habitación.
"¿Quien demonios te preguntó sobre la situación?" ladró el moreno tensando la quijada "No sabes ni una mierda y crees que tienes el derecho de hablar" bufó "Vete de aquí."
"Me gustas"susurró.
Zayn sonrió sin gracia.
"Lo sé y lo siento mucho, solo eres un polvo."
El ojiazul negó con la cabeza.
"No te cuestiones el por qué estas sufriendo de la manera en que lo haces, porque realmente es porque tu quieres, te ofrecí algo más que mi cuerpo, te di más de lo que tu viste, sin embargo, estás siendo de la misma manera en que Liam te esta tratando a ti, ¿te parece justo?"
"Nathan"gruñó Zayn.
"Olvídalo, no tienes ni puta idea"
Tomó sus cosas, caminó a la puerta y justo cuando la abrió, Liam apareció.
Su mirada parecía sorprendida.
"¿Nathan?" preguntó confundido.
El chico simplemente negó.
"Después nos vemos" salió empujandole un poco "Primo"