Zayn comenzó a dar ligeros besos por todo el rostro de Liam hasta llegar al cuello, donde besó con suma lentitud el lunar del castaño, que tanto amaba.
Los ojos de Liam se abrieron lentamente acostumbrándose a la luz del sol que entraba por la ventana.
"Buenos días bebé." ronroneo el moreno dejando un beso en sus labios.
Una gran sonrisa se posó en el rostro de Liam.
"Hola" susurró "no se me ocurre una mejor manera de despertar que sintiendo tus besos y viendo tu precioso rostro." confesó haciendo sonrojar al moreno.
"Basta, no quieras enamorarme más." hizo un puchero.
"¿Y dejar que otro lo haga?" negó con la cabeza "Ni soñando."
Aún con las mejillas sonrojadas se acercó al oído de Liam.
"Tengo algo para ti."
Los ojos del castaño brillaron de curiosidad, sentándose en la cama, viendo como Zayn corría atravesando la habitación, tomando una gran caja que con un poco de dificultad cargó hasta ponerla frente a Liam.
"Bien" suspiró nervioso, restregando sus palmas húmedas en sus pantalones de chándal "¿Recuerdas la primera vez que te vi?"
Liam rió por lo bajo recordando la situación.