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XVI

*POV ARYA*

02/02/2022 01:24

Dejé que se secará y se metiera en mi habitación con el fin de que Dylan no le viese si se despertaba. 

Estaba tumbado en la cama, completamente quieto, mirando el techo con un vació que era palpable desde aquí. ¿Qué te habían hecho, Dan?

Me senté a su lado, y acaricié su pecho desnudo. Lo único que tenía para prestarle eran unos viejos pantalones dados de si, que para su suerte, le valieron.

-¿Me vas a contar?- Le pregunté. Él remoloneo y puso su cabeza en mis piernas, dejándome tocarle el pelo.

-¿Te contó Izan, verdad?- Me preguntó, y yo asentí con un sonido que pareció realmente estúpido.- Dey me ha denunciado, me han metido en la cárcel y me han echado del equipo. Hoy he firmado mi dimisión.

-Dan...-Susurré, y en seguida note como las lágrimas volvían a caer por sus mejillas.

-Yo... realmente, no sé en que pensaba, fui bueno con ella, le di todo lo que tenía... y me lo ha pagado quitándome todo.

-No te ha quitado todo, tu hijo sigue aquí, en la habitación de al lado.-Le sonreí. Él se incorporó.

-Tenías razón...-Me susurró.- ¡Toda la razón!- Se atrevió a decir más fuerte.- Es una perra.

Me reí levemente y le acaricié el pelo.

-Me tienes aquí para todo... Quédate a vivir con nosotros, un par de días, hasta que recuperas todo...

-Arya...- Me miró con un gesto de confusión.- ¿Después de humillarte así, me ofreces tu casa? ¿Estas tonta?

Baje la cabeza.

-Tampoco te pases, Dan.

-Perdón.-Se disculpó, pero el daño ya me lo había vuelto a hacer. Note como su mano acariciaba mi mejilla y después subía mi mirada hasta chocar con la suya.- Lamento no saber tenerte, créeme y mucho, eres la mejor persona que he conocido, tienes un corazón increíble, y lamento no saber quererte con tanta pureza como tú me quieres a mí.

Me quede completamente callada.

-Pensé que hacía lo correcto dejándote marchar, pero no era así... Te compensaré todo el daño que te hecho, te lo prometo.

Le sonreí.

-Ahora solo preocúpate por ti, ¿Vale?- Él asintió.- ¿Necesitas algo?- Le pregunté.

Él me miró directamente a los ojos mientras asentía.

-Sí.

-Dime, si está en mis manos te lo daré.

Se acercó a mi oído, y me susurró.

-Necesito sexo.