XLVI *Especial Izan*

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*POV IZAN*

06/04/2022 01:26

Quizás yo no supiera quien era en este mundo, y esa era mi mayor condenada. Me sentía demasiado vació porque siempre había estado a la sombra de las demás personas.

Nunca tuve las mejores notas, ni mi momento de gloria...

Había estado con miles de chicas y ninguna me había llenado por dentro.

Mi vida era vivir en una constante derrota de un partido de fútbol cualquiera. Quizás yo era el jugador que esperaba en el banquillo esperando que los demás aclamaran su nombre, pero lo único que obtenía eran abucheos cuando salía al campo de juego.

Ella se sentó a mi lado con una bolsa de palomitas, la miré, aquella tripa que me recordaba que siempre había sido de mi hermano. Y eso me fastidiaba bastante, yo habría sabido cuidarla de tantas maneras, de protegerla, de mimarla, nunca la hubiese hecho sufrir con tanta maldad como lo hizo él.

Se apoyo encima de mí, y la dejé ver la película tranquilamente.

Serían las tres de la mañana, y no había visto apenas nada de lo que salía en la televisión, sino que me había quedado clavado en los gestos que hacía ella.

No, por favor. 

Sacármela de la cabeza.

-¿Estas bien, Izan?-Me preguntó mientras se levantaba.  

Oh, Dios... nena, tápate que me pierdo.

-Sí, es solo que la peli me pareció algo estúpida.

-Sé que es mala... ¿Pero tanto?- Me preguntó y me sonrío como la primera vez que la conocí.

 Ay, hermano, si supieras la mujer que tenías entre tus manos...

-¿¡Te apetece jugar a algo?!- Me preguntó animada, mientras cogía del estante de arriba un juego de peleas.

Sonreí al instante. Mi favorito... como no.

-Vale, te vas a enterar, pelirojilla.

-¿Pero de qué vas rubito?- Me golpeó el hombro mientras me daba el mando.

Si no fuera por aquella panza tan abultada no me daría tanta rabia estar a su lado.

-Chss, pelirojilla, ya verás que paliza.- Me sentía motivado, habíamos pasado toda la tarde jugando con Dylan, viendo películas e hizo una rica cena... Hoy estaba teniendo un buen día. Y lo que era mejor, ella no me había recordado a Dan en ni un solo momento después de aquella conversación, y creerme, eso era demasiado.

Toda mi vida había estado relegado a ser el hermano del chico "promesa". Y salió siendo el mas tonto de la familia.

-¡Toma gané!- Soltó emocionada cuando leí en la pantalla "K.O"

-Pero bueno...-Me quejé.- Te vas a enterar... teñida.-La piqué. Ella se acercó a mí.

Oh, Dios, Arya, no hagas eso... Me voy a perder, te estoy avisando, aléjate.

Golpeó mi pecho débilmente.

-Nenaza...- Me picó ella a mí. 

-Te vas a enterar.- Me mordí el labio, y al golpeé en el hombro echándola hacía atrás. Cayó en el sofá y comencé a hacerla cosquillas.- Vas a enterarte de quien es un nenaza.

Ella comenzó a reír mucho mientras yo seguía.

Se revolcaba por el sofá intentando zafarse de mis movimientos, hasta que sin querer mi mano subió de sus costados, hasta acabar en su seno y sin poder evitarlo, toqué. Digamos que me recreé en ello, me motivé, quizás demasiado... No es porque fuera una chica, sino porque era ella.

Eres estúpido, Izan...

-Perdón.- Susurré alejando mi mano de allí.

-No pasa nada, estábamos jugando.- Me sonrió como siempre y yo asentí mirando hacía otro lado.

Que no lo note, que no lo note... 

¡¡BÁJATE!! Que es tu cuñada, imbécil.

-Izan...- Me llamó. Se acercó a mí de nuevo, con ese impresionante escote, esos pantalones tan cortos, esos ojos tan bonitos y esa sonrisa tan... motivante.- ¿Estas bien?- Me preguntó poniéndose directamente ante mi visión. 

Nena, me has hecho perderme...

Me giré levemente para mirarla por completo.

-No... No está bien...-Murmuraré mas para mi mismo que para ella, y sin poder evitarlo, la cogí de la cintura con mi mano derecha, y me apoyé de la izquierda para sujetar su cuello. Y sin pensar, lo hice.

Uní nuestros labios como tantas veces había deseado, me abrí paso hacía su lengua y jugueteé con ella. Era todo tan electrizante, me estaba llenando de miles de sensaciones, y ella estaba correspondiendome.

Sus manos se movieron hacía mí, al igual que su cuerpo. Acabo sentada encima de mí, desatada. Me besó, se separó y lo volvió a hacer, cogía aire mientras sus manos se divertían con mi pelo, y yo disfrutaba de su sabor.

Esto está mal...

Claro que está mal...

Que te den, hermano.

Ahora es mía.








Tu mensaje ha sido borrado. [2ªparte-Acabada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora