LXIII

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*POV ARYA*

01/03/2028 19:34

Había pasado tanto tiempo que me había acostumbrado a una vida tranquila, que compartía con mis dos pequeños trastos.

-¡Dylan!- Me quejé.- No podemos pasarnos todo el día mirando videojuegos, cariño.

-¡Solo un rato más!- Imploró por cuarta vez. Su hermano se apoyó en el asomándose al estante.

-Pídele este.-Le dijo el pequeño enseñándoselo con el dedo.

-Ese no, es de muñecas.

-Pero me gustan las muñecas.- Se quejó Erik.

-Pues ya eres mayor, nada de muñecas, este.- Su hermano cogió otro que a mi, evidentemente, no me parecía nada educativo. Rodé los ojos y miré en las estanterías de películas. 

-Esa película esta muy buena...- Me dijo el dependiente.- A mi me sirve para olvidarme de mi ex.

Leí el título: La matanza de mis ex-novias.

No puede evitar reírme.

-¿Es buena?

-No. Pero te reís.- Reconoció.- ¿Quieres alquilarla?

-Sí me das ese argumento, no...- Me reí.- Quiero algo para los dos rubillos que hay allí al fondo.- Le señale a mis hijos, que realmente, tenían un color de pelo castaño claro mas o menos.

-¿Uno de rugby?

-Preferiblemente, no.- Le sonreí.

-¿Aventuras?

-Sí, mucho mejor, que mezcle algo de acción y no tenga muchos asesinatos.

Me enseño uno que cogió de la primera estantería que vio,  estéticamente no me gusto.

-¿Algo con un argumento mas profundo?

-Hoy nos ha llegado algo nuevo...- Comenzó a moverse al almacén y yo le seguí.

Me enseño otro juego que me parecía mucho mas divertido. Lo cogí y le di las gracias quitándomelo de encima, parecía algo pesado.

-Oye, mamí...- Sollozó Erik.

-Dime, mi amor.- Me agaché hasta estar a su altura.- ¿Qué te pasa?- Le pregunté mientras le quitaba las lágrimas que caían por su mejilla.

- ¿Y sí elijó mi propio juego?- Murmuró.- El hermano no me deja elegir el que yo quiero...

-¿Y cuál quieres?

-Este...- Murmuró y me dio con su manita, uno que era de decoración de princesas.

Me reí.

-¿Lo quieres, amor?

-Sí, mamí...- Sollozó de nuevo.

-¿Y qué te he dicho de llorar?

-Sí...- Infló los mofletes.

-Dependerá del precio... ¿Vale, mi vida?

Miré la etiqueta, y rodé los ojos. ¿Pensaban qué el dinero crecía de los árboles? Suspiré. 

-Mamá.- Me llamó Dylan, su voz sonaba algo seria.- Mamá.- Me volvió a llamar, cogí a Erik en brazos y me giré hasta donde estaba él. Me acerqué a ver que era lo que quería, y me di cuenta nada mas llegar.

Ahí estaba él... Después de seis años.


Tu mensaje ha sido borrado. [2ªparte-Acabada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora