Epilogo "Dylan"

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- Papá, sí... pero... a ver... papá, escúchame... que sí, que no... joder, padre, escúchame... ¡Ya! - le grité al teléfono provocando que mamá se me quedase mirando. - A ver, te estoy pidiendo solo dinero para la carrera... sí, que si...- Volví a asentir con el móvil pegado en la oreja.

- Déjale, Dylan... - Me habló mi madre.

- A ver, papá, he perdido el trabajo, y mamá no da mas de si... ¡Joder, tronco, qué estás forrado!... ¿Cómo que no te levante la voz? Te recuerdo que aún sigo esperando que me vengas a buscar al colegio.

- Dylan...

- Sí, esta aquí... Toma mamá...- Murmuré dándola el móvil. 

Mi hermano pequeño me miró, se cruzó de brazos y me sonrió maliciosamente.

- Te vas a quedar sin ir, por pringado.

- Solo he suspendido dos, capullo.

- Eres idiota.

- Y tu tonto, te recuerdo que has repetido.

-¿Y? Al menos mi dinero no lo pierdo en multas.

- Cállate, estúpido.

Mamá se quedo hablando durante horas con papá, no sé que le estaría diciendo y tampoco preste atención, al día siguiente me dio la noticia. Iría a la escuela superior de artes, en el centro de la ciudad donde por fin estaría solo, viviría solo, y curraría. Por fin saldría de esta casa, y empezaría mi vida en paz.

La relación que tenía con mi madre y mi hermano era excelente, pero los problemas que venían de la familia de mi padre eran complicados. Se volvió a casar, y vivía en otro país, por lo que mi hermano y yo solo resultábamos ser un problema para él.

Ahora empezaba una nueva etapa para mi... Se acabó el instituto.

- Eh, tio...- Me llamó por teléfono mi mejor amigo.- Tengo el número ya de tu chica.

- ¿Sí? - Sonreí maliciosamente.- Pásamelo.

- ¿Seguro? Es la empollona de clase.

- Y yo el idiota, estamos empate. - Se echó a reír.

- Va a ir a tu uni... ¿Has conseguido la pasta?

- Sep...- Murmuré con una sonrisa.

- ¿Qué la piensas decir? - Me preguntó.

- Eh, soy el chico de la mesa del fondo de las clases de historia del arte.... ¿Quieres salir conmigo?

- ¿La vas a llamar? 

- Por mensaje, de fijo. - Me reí y él conmigo.

- Gallinita.

- Eso ya lo sé - Volvimos a reír, y después me despedí de él.

Mis manos temblaron conforme cogía el móvil, un mensaje era lo que me iba a separar de hablar o no, a la chica de mis sueños... Me parecía todo tan simple, y a la vez tan complejo. Cuando mamá me contó la historia de como conoció a papá, me pareció realmente inverosímil, pero... en cierto modo, es la mejor manera de hacerlo.

Simplemente, es un mensaje...

Un mensaje que te puede cambiar la forma de ver el mundo.


*** Nota: Esto no quiere decir... que haya una tercera parte... ¿O Sí? Tal vez os deberíais pasar por la historia de la chica depresiva. (En mi perfil la veréis)

Tu mensaje ha sido borrado. [2ªparte-Acabada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora