Peyton recordaba de memoria el lugar donde se llevaría a cabo el Campeonato de Fútbol del que Ashton le había comentado. Lamentablemente, no había podido evitarlo y se había quedado dormida, y ahora faltaban solo minutos para que este comenzara, asique apresuró sus pasos ya que iba bastante retrasada.
Para aligerar el viaje hacia el club, sacó el móvil y los auriculares del interior de su chaqueta. Los conectó y luego abrió la biblioteca de música. Buscó unos segundos mientras continuaba caminando hasta dar con una canción de Linkin Park: Numb, la cual reprodujo al instante. Su teléfono siempre se encontraba repleto de música, pero nunca escuchaba todas las canciones o siquiera la mitad de ellas. Pero si borraba alguna, sabía que después querría escuchar justamente esa y no la tendría más.
Desabrochó el cierre de su chaqueta cuando comenzó a sentir la pesadez del sol en su espalda. Por suerte ya estaban entrando en días donde los últimos vestigios de frío aun azotaban el clima pero notándose más en las noches, y acompañados de brisas más cálidas durante el día. De todos modos, se podría decir que los colores oscuros de la ropa que llevaba puesta no ayudaban mucho a alejar el calor de su cuerpo. Unos skinny jeans negros y una camiseta sin mangas blanca y sin estampado con cuello en V, junto a la chaqueta de cuero negro componían su pesado atuendo.
Debía recordar traer más ropa a casa de su padre.
Luego de algunos minutos, finalmente llegó a destino. El club era una gran construcción de una manzana completa de paredes de concreto pintadas de blanco, dos enormes puertas de madera negra al frente y la frase «CLUB DEPORTIVO HOLMES CHAPEL» en letras amarillas con un borde en negro, escritas en un largo cartel posicionado justo por arriba de las puertas.
Peyton miró alrededor, buscando algún timbre o algo que le permitiera ingresar, pero no había nada. ¿Debería golpear la puerta o solo entrar?
Tomó su teléfono, dispuesta a llamar a Ashton y decirle que había llegado cuando una voz detrás de su espalda la detuvo.
—¿Peyton?
Volteó extrañada al reconocerlo.
Calum y Michael caminaban hacia ella, cada uno con un bolso pequeño colgando de sus hombros.
—Hola—saludó a cada uno con un beso en la mejilla.
—¿Qué haces aquí?—preguntó Michael, su intensa mirada verde sorprendida de verla.
—Ashton me invitó. Dijo que hoy jugaba y que quería que estuviera presente—explicó—. ¿Ustedes que hacen aquí?
—Jugamos con Harry—contestó Calum con naturalidad, caminando hacia la entrada del club junto con Michael.
Peyton los siguió sin vacilar.
—¿Y por qué yo no lo sabía?
Los dos chicos se detuvieron de pronto y se miraron el uno al otro por un momento, luego solo se encogieron de hombros en respuesta.
Michael empujó una de las puertas de madera negra hacia el interior, haciendo ademan para que Peyton pasase primero, pero Calum le bloqueó el paso entrando antes.
—Exactamente: primero las damas—bromeó Michael y Peyton rió en voz baja, negando con la cabeza.
Entrando al establecimiento, sus amigos la guiaron hasta donde las gradas se alzaban con padres y demás personas esperando por el inicio del partido, y donde un grupo de chicos situados en una extensa banca frente a las gradas escuchaban atentos el parloteo de un hombre frente a ellos. Ella lo miró. Pantalones cortos, camiseta sin mangas dentro y un silbato colgando de su cuello: dedujo que sería el Coach.
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falling ➳ lrh
Fanfiction«No se trata de borrar nuestras heridas, sino aprender a vivir con ellas.» Esta novela es una adaptación, todos los derechos a su autora @beoncheshire Portada hecha por @ashfixia