Capítulo 11: Llegada al pasado

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–¿!Que rayos, estamos en el mismo lugar!? – dijo Korra viendo que era el mismo sitio.

–No es así, estamos en el pasado, unos 70 años atrás – Contestó Kozuo.

–¡Enserio! – dijo Bolin emocionado – Podremos conocer a al avatar Aang y a su equipo!

–¡No creerás que...!– dijo Mako siendo interrumpido.

–Tenemos que buscar a los viejos – dijo Kozuo seriamente –No se distraigan.

–Desde cuando eres el líder –Cuestionó Mako.

–No es el momento de pelear, en marcha –Dijo Korra y todos comenzaron a adentrarse al bosque.

–Está bien – dijo Mako– Pero aun no le creo que estamos en el pasado.

–No me creas, tenemos que empezar con la búsqueda – contestó Kozuo.

El grupo comenzó a caminar, Korra le preguntó a Kozuo si era verdad que el portal los llevo al pasado, este comenzó a contar que ese portal tiene dos funciones, la primera, teniendo un objeto que fue conservado con cariño, esperar un equinoccio o solsticio y usando una piedra solar, podrán viajar a la época donde el recuerdo del objeto fue fijado, por energía.

– ¡Eso no es posible! – comenté Asami también incrédula.

– ¿Y la segunda? – preguntó Korra.

–El portal conecta a otra dimensión, solo funciona si se tiene algo de la otra dimensión o si el viajero es de la otra dimensión –terminó Kozuo.

–Si claro, otra dimensión – dijo Mako incrédulo.

–¡No te diste cuenta, mis poderes no son de esta dimensión, ni del tipo que persiguen, jamás has visto a alguien multiplicarse o sí? –dijo Kozuo.

–Hay maestros excepcionales – contesto Mako.

–Ningún maestro puede – la voz de Kozuo se multiplicó porqué usó en ese momento el kage bunshin no jutsu (técnica de clones) – Multiplicarse – unos 5 clones de Kozuo rodearon al equipo –Además, mi bola de fuego, no la pudiste desviar, la sentiste mas densa supongo – contestó Kozuo sonriendo.

Mako no dijo nada, pasó como media hora hasta que llegaron a una casa de madera, Kozuo tocó la puerta y abrió una mujer de largo pelo negro y lacio, muy joven y rasgos finos, y unos ojos dorados típicos de la nación del fuego, y una vestimenta que recuerda a los guerreros del sol.

–¿Disculpe, se encontrara Ryokosha, necesitamos consultar algo con él? preguntó Kozuo.


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