"Y ahí estaba el, a kilometros de distancia, disfrutando de actividades que no solía hacer, tomándose fotos viéndose feliz con la mirada perdida..
Y ahí estaba el, siendo sencillamente el porque no cambia si no que teme y se oculta..
Y ahí estaba el diciendo que yo era su única excepción mientras que dudaba quien era yo y de mi amor..
De mi amor, el nunca quiso,
De mi amor, el nunca tomó,
Mas el nunca quisó lo que el corazón le pidió..
Y ahí estaba de nuevo el, escribiéndole palabritas de cristal, haciéndole promesas que ella nunca podrá olvidar.
Después de un largo tiempo, ahí se encontraba de nuevo, en el mismo lugar donde todo empezó, esperando el mismo mensaje que nunca le llegó..
Y ahí estaba ella, vestida de nuevo en sedas, esperando que el vuelva y la saque de esa esfera.
Tratando de poderle olvidar, los problemas comenzaron a aumentar, el frío congelo su corazón y sus manos frágiles, se las rompió..
Que dicha de aquella chica, que el haya desaparecido de su vida; pero que mal jugada el destino le hizo que el haya regresado con lo mismo.
¡Diciéndole palabritas no adecuadas!
No adecuadas para la ocasión, ella le perdonó un mundo y el no le pudo perdonar ni uno.
Perdiendo la cabeza, medidas drásticas ella tomó, que si no iban a estar juntos, ella no iba a ser de ningún perdedor."