Lo Imposible. Wigetta.

Capítulo 55.

Narra Guillermo.

Vaya que este tío esta loco mira que simplemente decir que iríamos a España en una semana eso no se hace. Pero bueno después me lo compensó con un muy buen baño.

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Vegetta: anda cabezón que perdemos el vuelo.

Willy: ya voy. -No se porque siempre soy yo al que se le retrasa algo.

Vegetta: que tu padre es lento ¿verdad Sally?

Dijo a la niña ya que el la traía en brazos. Después de eso salimos rumbo al aeropuerto y llegamos justo a tiempo para abordarlo. En cuestión de 11 horas ya estábamos en España.

Willy: mira Sally esta es España. La ciudad que vio nacer a tus padres. -mencione una vez bajamos del avión.

Vegetta: es la primera vez que Sally esta aquí ¿cierto?

Willy: si no cuentas cuando venimos al funeral de mi abuelo entonces si.

Vegetta: cierto que venías embarazado.

Seguíamos con nuestras cosas, Vegetta tomo las maletas y yo a Sally y salimos a la espera de un taxi. Cuando lo abordamos Vegetta dio una dirección que no alcance a escuchar para después acomodarse con una sonrisa en el asiento y teclear algo con en su móvil.

Willy: ¿vamos a tu casa o a la mía?

Vegetta: ya lo verás.

Después de un largo trayecto llegamos a una zona que no conocía, habían bastantes casa y se veía algo agradable la zona.

Willy: ¿Que hacemos aquí?

Vegetta: ya lo verás ahora baja. -obedecí aunque sinceramente no sabía lo que pasaba. -aquí tiene señor. -pago al taxista.

Willy: ¿y ahora?

Vegetta: sigueme.

Lo seguí hasta la puerta de una muy linda casa, supongo que de algún familiar suyo, el abrió la puerta y la casa era también muy bonita por dentro, ya tenía algunos muebles y estaba muy lindos.

Vegetta: ¿te gusta?

Willy: es muy bonita ¿pero y esto?

Vegetta: es... Nuestra. Quería un lugar que fuera nuestro así que le pedí a frank que me ayudara y después de varios papeleos al fin la pude comprar.

Willy: es muy linda.

Vegetta: y no has visto todo. Mira ven.

Me tomó por la cintura y el se colocó detrás mía y me fue conduciendo por toda la casa Sally observaba al igual que yo, estábamos flipando.

Vegetta: y mira este es el jardín en donde Sally podrá jugar, mira le pondremos unos columpios por aquí y una casita por haya.

Willy: a ver a ver tranquilo ahí te la has jugado.

Vegetta: ¿De que hablas?

Willy: ni siquiera me has preguntado si quiero venirme a vivir aquí.

Vegetta: ¿a no quieres?

Willy: si quiero pero no me preguntaste.

Vegetta: es que es tonto el pobre.

Ahora se colocó delante mio y me dio un tierno beso. Seguimos hablando de todo y hasta fijamos una fecha para mudarnos.

Vegetta: quiero celebrarlo.

Willy: ¿el que?

Vegetta: que ahora tenemos en donde vivir, que tenemos una hija hermosa y sobre todo que estamos juntos.

Willy: vale sólo cambio a Sally.

Vegetta: aguarda.

Vegetta sacó su móvil he hizo una llamada algo extraña a mi parecer.

Vegetta: listo. Alexby y Eva cuidaran de Sally.

Willy: ¿ella no ira con nosotros?

Vegetta: por ahora no. Así que vamonos.

Salimos del lugar y tomamos otro taxi y fuimos hasta la casa de Alex.

Vegetta: espera aquí.

El tomó a Sally de mis manos y se bajo. Después de un rato volvió.

Vegetta: ahora si a celebrar.

Lo que resto de la tarde no la pasamos paseando por Madrid, fuimos por helado, paseamos por el parque. Estaba siendo una tarde muy linda.

Vegetta: ¿vamos a cenar?

Willy: si.

Vegetta: entonces vamos.

Llegamos a un restaurante algo privado e íntimo. Ordenamos la comida y comenzamos a comer.

Vegetta: sabes que en todo este tiempo no había disfrutado una tarde como la de hoy contigo.

Willy: Lo se. Yo también pienso lo mismo.

Vegetta: ¿te gustaría un postre?

Willy: que venga el postre. -Dije juguetón.

Vegetta pidió el postre sin siquiera dejarme a mi escogerlo. Cuando el mesero volvió y dejo los platos en la mesa, nos dedicó una sonrisa y se marchó.

Vegetta: bueno Willy disfruta de tu postre.

Willy: igual tu.

Cogí la cuchara que había a un lado de mi plato y tome un poco de ese pay que Vegetta había pedido. Al llevar el primer bocado de este sentí algo extraño en mi boca, saque lo extraño y note que era un anillo. Lo observe por un momento y después a Vegetta quien se puso de pie al lado mio.

Vegetta: se que la primera vez que te propuse matrimonio fue en la cama de un hospital, pero aunque ese día fue uno de los mejores hasta el momento de mi vida. Decidí esta vez hacerlo bien. -Tomo el anillo de mis manos y entonces se arrodilló. -Guillermo Diaz ¿Quieres casarte conmigo?