La Carta.

II.-La chica del pelo indefinido.

Nota de la autora:
¡Buenas! Aunque estos tres primeros los he subido prácticamente seguidos, a partir de ahora subiré unos cuantos más para que veáis como va la historia y después, subiré uno o dos capítulos a la semana.
Por favor, comentad o votad, no os imagináis la ilusión que me haría❤.
Un beso enorrrrme,
Mer☺

Dev:
Menudo pelo más raro.
Me dirijo a mi primera aula aunque faltan 15 minutos. Las chicas en el pasillo se me quedan mirando y cuchichean, como si no me diese cuenta. Por Dios, si sus risas se oyen más alto que los gritos de los de primero.
Se me acerca un grupo de niñas de unos 16 años, pero ninguna con el pelo de la chica con la que me crucé.
Me preguntan si soy nuevo, asiento y me giro; no quiero amigos nuevos, solo quiero terminar el curso.
Además, aunque nunca tuve problemas de mujeres y me gusta atraerlas, sigue agobiándome que me vengan cinco chicas a rodearme como si fuesen putas polillas.
Continúo andando hasta llegar a mi aula y me siento en un sitio apartado.
Ordeno mis cosas encima de la mesa y un chaval que se sienta cerca susurra "menudo tío más raro", otro asiente y yo me giro y los miro hasta que se callan, me vuelvo y la profesora entra.
Se presenta como la profesora de Ciencias Naturales y antes de que me dé tiempo a sacar el libro, llaman a la puerta y entra la chica. Su pelo parece ahora rubio con la luz que sale de los grandes ventanales, y se sienta al lado de un de ellos, un par de filas delante de mí.
No se ha dado cuenta de que estoy en su clase o quizá no le interese, así que abro la agenda para apuntar el horario, y me centro en la clase.
***
Después de las tres primeras horas, aparece de nuevo la profesora de Ciencias Naturales, que es nuestra tutora.
-Chicos, como ya os habréis dado cuenta, ese chico-me señala-, Dev, es nuevo, y me gustaría que alguien le acompañase a recorrer el instituto. Serían tan solo unos 10 minutos y así, él podría orientarse de mejor manera.
-No hace falta, Srta. Vilaverde-digo en alto para que me escuche.
Sacude la mano haciendo caso omiso, murmuro un " joder" y un par de chicos y chicas levantan la mano.
Reconozco a una morena que quizá enseñe demasiado. Se sienta al lado de la chica torpe de orientación, y al final resulta salir la elegida.
Salimos al fin al recreo y ella me saluda.
-Dev, ¿no?-sonríe-. Me llamo Theresa, encantada.
Le regalo una sonrisa un poco incómoda y asiento-vale... ¿Qué me vas a enseñar?
Me da un tour por el instituto hasta la salida, dónde están todos hablando o comiendo.
Me toca un brazo mientras con la otra mano señala a un grupo de gente.
-Hay están mis amigos, ven con nosotros, si quieres-sonríe.
Vaya, no para de sonreír.
Le devuelvo la sonrisa por educación y niego con la cabeza.
-No, gracias.
-Bien-se encoje de hombros y se gira-, ¡nos vemos!
Voy a una máquina a comprar algo de comida y al girarme, otra vez esa chica de orientación.
-¿Me estás siguiendo o algo?-digo de broma, y me arrepiento al instante. No debería hablar tanto.
Se ve que no pilla la coña, porque se queda con los ojos muy abiertos, de color marrón oscurísimo, abre la boca para hablar, la cierra, respira hondo y...
-¿perdona?-dice más tranquila.
-Era una broma, lo siento.-me giro y empiezo a andar. No debería haber dicho nada.
-Eh, ¡espera!-dice ella. No soy capaz de no volverme-.Me llamo Talia, soy amiga de Theresa -abro la boca para hablar, pero ella sacude la mano-. Sé que te llamas Dev-dice, aunque no iba a decir mi nombre.-.Ven con nuestro grupo cuando quieras. Sólo quería presentarme.
Aunque se ve que tiene mucho carácter,es incapaz de ser maleducada.
Asiento y murmuro un "sí, lo que tu digas", y me marcho lo más rápido que puedo antes de ver su cara, que me imagino como será.
No debo hablar con nadie.
Es demasiado amable.
No lo merezco.
Él se enfadaría.