Capítulo 2: Martin

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22/03/1998
Universidad de Londres. Zona de habitaciones.
Londres, Gran Londres, Inglaterra, Reino Unido.

Podíamos ver a alguien tirado en su cama, durmiendo plácidamente, cabe mencionar que dormía con ambas piernas abiertas, cubierto en parte por las frazadas, con un brazo colgando sobre el suelo, la otra bajo una almohada, babeando, roncando y atrapado en el vigésimo quinto sueño del cuadragésimo mundo en el millonésimo plano astral. Resumen: profundamente dormido. Su alarma suena fuerte, bastante fuerte, despertándolo apenas, perezosamente con la mano colgando busca apagar ésta, se da vuelta y se estira, abre los ojos mientras bosteza con fuerza, mira la hora, 7:45 de la mañana...

De lejos se escuchó un fuerte grito al ver la hora, a toda velocidad salta de la cama aunque cayendo fuertemente de cara, se asea, se cepilla los dientes, un baño rápido, unas cuantas capas de abrigos, arregla su cabello el cual era una maraña de pelo rubio rizado, a la velocidad del sonido guarda todas las cosas de ese día y sale pitando al salón de clases, frenético...

¡¡Me van a regañar si llego tarde!! ¡¡No!!

Si exageramos un poco el momento, parecía que un auto de carreras versión humana corría por los pasillos, levantando algunos papeles que estaban en el piso, haciendo pasar una leve brisa al costado de los estudiantes que se daban vuelta queriendo saber qué demonios pasó a su lado, la peor parte era que estaba a más o menos uno o dos minutos de empezar la clase, y más o menos ese tiempo en llegar, entonces el timbre suena, acelera el paso con todas las fuerzas que tiene sus piernas agregando una enorme cantidad de adrenalina en sus piernas, finalmente logra llegar a la puerta, alegremente no estaba cerrada lo que indicaba que el profesor de la materia aún estaba llegando, rápidamente se sienta sobre una silla pero sale volando, cayendo al piso estrepitosamente de espaldas, todos allí se ríen de él, solo una persona con ojos verdes de pelo chato le ayuda a ponerse de pie...

—Uff... gracias... por poco creí que no llegaría. —dijo el retrasado

—No te preocupes, menos mal llegaste a tiempo.

El maestro llega mostrando un rostro de aburrimiento, todo el mundo se pone tieso, empieza a tomar lista...

—Jonathan Mark Buckland —llama, el oji-verdes levantó la mano, el mismo que ayudó a nuestro protagonista por este capítulo, luego de un rato —, Christopher John Martin

El muchacho que estaba al lado de Jonathan, un joven de vibrantes ojos azules, pelo rubio brillante rizado... seguro que ya saben quién es nuestro protagonista por ahora...

—En serio, menos mal llegaste a tiempo Chris —dice Jonathan en voz baja —, si hubieran sido por un poco más estarías fuera.

—Me lo dices como si no lo supiera Jonny... —dice Chris

El maestro los calla a ambos, creando una mini risilla general, para luego regañar a todos los otros, internamente haciéndolos sonreír a los dos. Aproximadamente cuatro horas después la clase acaba, alguien más se les une por detrás, pelo rubio, ojos verde oscuro, bien parecido, mejillas como globos...

—Hola chicos —saluda él — ¿Cómo van?

—Hola Phil —saludan ellos

—Estamos bien, ¿pasa algo? —pregunta el oji-celestes

—Tengo una pequeña sorpresa que contarles hoy en el bar donde tocamos.

— ¿Cuál es esa sorpresa? —pregunta el oji-verdes

—Lo sabrán esta noche.

Luego de unos diez minutos de súplicas y eso, se dieron por vencido ya que el —aparentemente— mánager y amigo suyo, no iba a revelar absolutamente nada, por ahora era el descanso antes de seguir con lo otro, ahora estaban disfrutando algo de comer en el salón de música, con otro joven de pelo más o menos parado que parecía estar quedándose pelón en la parte del frente de la cabeza, y otro azabache escocés, una vez que acabaron de comer comenzaron a hacer una práctica de música.

Una historia en Londres (Chris Martin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora