Una historia en Londres (Chris Martin)

Capítulo 12: "Suegros"

N/A: El título se explica por sí solo

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Un mes pasó desde que Christopher y Helena viven juntos, casi siempre viéndose por las noches exceptuando las veces en las que tenía guardias nocturnas de vez en cuando... y la penalización de doce horas nocturnas que recibió luego de hacerle una broma a una de las enfermeras por no hacerle recordar que no se grita en los pasillos... lo que más le llamó la atención a los allí presentes —ella y otro grupo que coincidía con ella—, era el hecho de que la enfermera no conocía ni a Dave Evans o a Paul Hewson... trágico, al punto que les da la impresión de que venía de otro planeta... en fin, sigamos narrando.

Si preguntan acerca de lo que pasó de Chris y Lina, bueno, al día siguiente el rubio se lo llevó a un veterinario para hacerle un chequeo, el veterinario les dijo que era una cachorra muy sana y sin problemas de ningún tipo para ser callejera, aparte de ser una pequeña de tres meses, aprovechando que también habían camas y todo tipo de elementos caninos en la clínica, compra un cepillo para el pelaje de su perrita, juguetes para que no rompiera sus zapatos, caja de arena, medicamento en Spray para alguna infección o herida, champú, perfume y como le gustó tenerla en su cama, prefirió que se quedara a su lado, era como tener un peluche cálido, además de ello le hace sentir de buen humor, incluso se diría que amaneció mejor que otros días... en fin.

Las veces que los chicos pasaban por el apartamento del dúo Martin-Galiano se aseguraban de darle un antigripal a Guy por el tema de sus alergias a los animales, cosa triste al tener en cuenta que al azabache le gustan, paradójicamente era quien más se anima a jugar con la Shiba Inu, aparte de que le gustaba mimarla como si fuese su hija, o su sobrina, al menos era una pequeña extrovertida y muy inteligente, de hecho habían veces en las que le hablabas y hace las cosas de una vez, sin necesidad de repetir... hermoso. Y la confianza que poseía con el grupo era tal que cada vez que oía el elevador se disponía a esperar moviendo alegremente su cola, ladrando un par de veces y dando vueltas sobre su lugar... muy adorable.

Erick también se enteró de la presencia de Chris en el apartamento, de hecho hasta les hizo una pequeña visita dos o tres días —o noches— después de que el mencionado se mudara para andar de fisgón y actuar en cierta forma como el padre anfitrión de la morena latina, lo que sí cuando se abre el elevador y ve quién le ladra como loca frente a la misma, no evita retener un ataque de ternura, rápidamente sale de la cabina haciendo que Lina se alejara un poco aún ladrando, le pasa su mano para dejar que le olfateara un poco, luego de eso, la pequeña zorrita decide darle una sola oportunidad... quién diría que el médico tuviese ese lado tierno, de hecho hasta reía como un niño pequeño, Helena al verlo se ríe...

—No sabía que te gustaran los animales —dice ella

—Pff, debes ser descorazonado para que no te gusten —responde —, pero como casi nunca estoy en casa prefiero no tenerlos, pero no evita que esté constantemente donando algunas libras a los refugios del distrito —infla el pecho con orgullo

Oír eso le saca una sonrisa, luego de hablar con el rubio acerca de eso de quedarse a vivir con la pelinegra y todo eso se retira, antes de eso ella le pregunta qué pasó con Axel que no lo ve muy bien últimamente, él le responde que tiene unos cuantos problemas, se dirige al ascensor, les mira con nerviosismo, claro que nunca se descartaría la presión del papeleo... pero bueno, cada quién con sus problemas y nuestro par favorito no tenía ni la más mínima idea de lo que vendría...

...

25/04/1998 a las 21:39
Apartamento de Helena y Chris
Londres, Gran Londres, Inglaterra, Reino Unido.