INFILTRACIÓN A KONOHA

140 14 2
                                    

Vamos a mitad de camino, nos paramos a descansar para reponer energías, aprovecharemos la oscuridad y protección que nos brinda la noche para infiltrarnos en Konoha, aun no decido bien pero los primeros días nos quedaremos en mi antiguo hogar, el barrio Uchiha, por Paige no habrá problema nadie la conoce, pero sin duda a mi reconocerán, supongo que usare un jutsu de transformación para cambiar mi aspecto.

-¿En qué tanto piensas? – no me di cuenta de en qué momento se me acerco tanto.

- En el lugar en donde nos quedaremos – suspire, creo que es el momento de disculparme.

- Ah es solo eso, todo saldrá bien, lo sé.

- Lo siento tanto.

- ¿Nani? – elevo una ceja, yo solo sonreí.

- Siento mucho haberme comportado como un idiota, pero fue lo mejor, aun es lo mejor.

- Ya veo – bajo la mirada – aun te amo, pero entiendo perfectamente, los dos fallamos, yo no te tuve la confianza suficiente, siendo sinceros aun no te tengo la confianza suficiente – esto ya se está poniendo raro – hay tantas cosas que no sabes de mí; bah en fin, una relación sin confianza no puede llegar a ningún lado.

- Tienes toda la razón – le sonreí, es una gran mujer – al menos podemos ser amigos.

- No – mi sonrisa se borró – somos más que amigos, somos familia – me sonrió y yo a ella.

- De acuerdo, familia – me levante – es hora de continuar, tenemos que aprovechar la protección de las sombras.

- Hai.

Apresuramos el paso, sin duda después de esa platica me quite un gran peso de encima, todo se sentía mejor, mi alma ha expiado un poco de sus culpas, ella es especial, pronto divise la entrada a Konoha, mi cuerpo es un cumulo de sensaciones, tantos años protegiendo esta aldea, por ella y por Sasuke me convertí en un demonio, para desde las sombras proteger la paz; pronto cruzamos la barrera protectora el haber sido ambu me facilito las cosas, recorremos con gran maestría y sigilo las calles desiertas de Konoha una aldea que por ahora duerme, pronto esta ante mí la entrada a mi antiguo barrio, siento que mi corazón va a salirse de mi pecho, imágenes de aquella difícil decisión que tome, del día en el que las sombras me acunaron, cuando masacre a mi clan, pasan frente a mis ojos, torturándome, sin duda lo volvería a hacer fue la única opción para salvarlo a él y a la aldea, ese día perdí todo y gane mucho.

Luce como un pueblo fantasma, Paige tomo mi mano estrechándola suavemente, dirijo mi vista hacia ella, me sonríe tan dulcemente.

-Vamos – camino con ella aun tomando mi mano – aquí nadie viene, en este lugar pase mi infancia.

- Lo sé, hiciste lo correcto, lo que debías, no te atormentes – me sorprende que ella lo sepa, sin duda mis oscuros ojos trasmiten esa sorpresa – se todo, y por qué lo hiciste.

Pronto ante nosotros se encuentra la entrada a mi casa, a mi vista luce imponente, tantos recuerdos de cuando tenía una familia, mi madre una mujer dulce, mi pequeño hermano tan puro e inquieto y mi padre un hombre frio, de actitud rígida y estricto, que se dejó llevar por la ambición, siempre exigiéndome ser el mejor desde que era un niño, aún recuerdo como si hubiese sido ayer cuando me llevo a aquel campo de batalla de la tercera gran guerra ninja, un campo lleno de muerte y dolor. Ese sin duda fue un día que me marco para siempre, me impulso a ser el mejor, aun sin tener la edad suficiente para ingresar a la academia me motivo para entrenar sin descanso y eso me hizo lo que soy.

-Entremos – camine, abrí la puerta – bien aquí nos quedaremos, limpiaremos una habitación para quedarnos por un par de días, hasta que encontremos en donde quedarnos, sería muy bueno quedarnos aquí, pero no se puede.

- De acuerdo, limpiare todo rápidamente, solo dime en que habitación nos quedaremos.

- Simple, en la mía.

- Bien, muéstrame.

Caminamos por los pasillos de mi casa, todo está igual solo que con mucho polvo, corrí la puerta de mi habitación, ella se dispuso a limpiar todo, pronto la luz del amanecer nos fue iluminando, creo que ya decidí a quien le tomare prestada su apariencia por un pequeño tiempo; el tiempo pasa rápidamente, yo solo me hundo más en mis recuerdos, en mi plan para salvar a Sasuke de la oscuridad, hasta que su voz me trae de vuelta al presente, vaya que es rápida ya ha limpiado todo.

-Listo – bosteza.

- Gracias, ahora ya he decidido en quien me transformare, ya que obviamente no puedo mantener mi apariencia.

- ¿En quién?

- Espera y veraz – sonrió.

Realizo la posición de manos necesarias para el jutsu, una pequeña nube de humo me rodea, cuando por fin se desvanece, veo su cara de asombro, luego frunce el ceño, sin duda me esperaba esa reacción así que no aguanto más y me rio...



UN ÁNGEL EN AKATSUKIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora