MAL ENTENDIDO

120 15 2
                                    

Después de la noticia pasaron los días normalmente bueno a excepción de mi estado de ánimo, estoy feliz por mis bebés, pero a la vez me preocupa, eso solo significa que mis sueños no eran sueños sino premoniciones, y eso es preocupante dado que mis pequeños corren peligro, de pronto siento que Sasori estrecha mi mano, debe notar que estoy preocupada.

-Habla, ahora que te preocupa.

- Tanto me conoces – le sonrió – no eran sueños, fueron premoniciones.

- Tranquila, yo siempre estaré ahí para ti, y dado que el bastardo Uchiha no sabe nada, también estaré ahí para esos pequeños que vienen en camino.

- Gracias.

Nos sentamos en un pequeño parque, me senté en el columpio, con mi conejo en mis piernas y él comenzó a balancearme, parecíamos un par de mocosos enamorados, pero qué más da, nunca disfrute de una infancia normal y Sasori tampoco, así que ahora es el momento, hasta que un par de chicas locas se nos acercaron, bueno no están locas pero son demasiado alegres para mi gusto.

-Ey, que guardadito se lo tenían – empezó Ino, Sakura no sabía a qué se refería la rubia, pero algo si me molesto y es la sonrisa que Sasori le dedico a Sakura.

- Para nada – dijo él – no es lo que crees.

No tengo idea de por qué pero me dolieron sus palabras, el hecho de que niegue tan abiertamente alguna relación conmigo significa que no le interesó y por cómo ve a Sakura, creo que le gusta, no tengo idea de por qué me entristece, debería de alegrarme es una buena chica.

-Vaya... lo lamento – contesto Ino, que al parecer se ha dado cuenta de mi tristeza.

- No te preocupes – sonreí – bueno me tengo que ir – me levante del columpio y sonreí, afortunadamente miento bien, necesito aclarar mis sentimientos.

- ¿A dónde vas? – me pregunto Sasori

- Tranquilo, estoy bien solo necesito estar sola, de acuerdo.

- ¿Segura? – Asentí – bien... – lo dudo por un instante, pero Sakura hablo.

- Antes de que te vayas – se dirigió a mí – queríamos invitarlos a comer.

- Gracias, pero yo paso – le respondí y algo dentro de mí deseaba que Sasori también se negara.

- ¿Y que ahí de ti Sasori? – le pregunto.

- No lo sé.

- Oh, vamos si – le pidió ella.

- De acuerdo, segura que quieres estar sola.

-Si...

Se despidieron de mí y me quede pensando en todo, lo que ha sucedido, decidí que me comunicaría con Pain, ya no aguanto esto, cada día me preocupo más, afortunadamente, todo va saliendo bien, pero necesitaremos más dinero, en estos días vendrá Kakuzu, y lo peor cada vez me confundo más por lo que siento hacia Sasori, y a él lo noto muy interesado en Sakura, así que conforme pasan los días me ocupo más en otras cosas, y afortunadamente Lady Tsunade acepto tenerme de alumna aunque no soy ninja de su aldea, y eso me distrae.

Ya han pasado dos días desde que Sasori salió con Ino y Sakura, al parecer le fue bien, ya que llego tarde, por lo que me dijo fueron a entrenar un rato, porque aunque siempre tratamos de desempeñar un perfil bajo, entrenábamos de vez en cuando, claro mostrando poco nuestras habilidades, y él empezó a estar más seguido con ella, así que como de costumbre salí a caminar por el bosque, escuche que alguien se acercaba me escondí preparada para atacar dispuesta a matar con alguien tengo que sacar mi frustración, pero ese chakra es familiar, y si no me equivoqué es Kakuzu.

-Hey tacaño – le hable.

- Hola enana – fruncí el ceño no es mi culpa que él sea un edificio con pies – vuelve a decirme así y te arranco la lengua.

- Si también te extrañe.

- Y yo a ti.

- ¿Qué haces aquí?

- Necesitaba pensar, y me relaja estar por aquí, en esta zona es raro que alguien venga.

- ¿Mal de amores? – me pregunto, como diablos lo supo.

- ¿Por qué lo dices? – le pregunte mientras lo dirigía a la orilla de un arroyo.

- Simple, el pinocho – infle mis mejilla odio que le digan así – no está contigo, y ya que no se separa de ti supuse que a eso se debe.

- Es que no sé, cre... creo que... que lo amo.

- Vaya hasta que dejas de mentirte

- ¿Eh? ¿Por qué lo dices?

- Eso era algo obvio su relación de "hermanos" no era eso era más bien atracción, te lo dije eres lenta para algunas cosas – suspiro – bueno y ¿Qué tal tu embarazo?

- Muy bien, son dos bebés.

- Vaya, que mal – fruncí el ceño – muy mal es más gasto no quiero malgastar mi dinero – estoy enojándome – jajaja – rio – es broma, me alegra que estés bien.

- Tch, baka, bueno hablando de dinero, hagamos cuentas.

Nos dispusimos a hacer las cuentas de lo que me daría para el próximo mes, tengo que seguir preparando todo, en cuanto terminamos, me dio una lista con algunos criminales por los que ofrecían recompensa y de los cuales me encargare, y con eso comprare lo que haga falta.

-Bueno y ¿Por qué no le has dicho a Sasori que lo amas?

- Porque a él le interesa otra – respondí mientras mis ojos se llenaban de lágrimas, diablos las hormonas del embarazo me están afectando odio ser débil y llorar.

Estoy preocupado por mi pequeña, últimamente casi no pasa tiempo conmigo se aleja de mi, y ya no me cuenta sus cosas como antes, he notado que pasa mucho tiempo en el bosque, acepto que me entretengo un rato con Sakura, ella es interesante, pero no tanto como la persona que me hizo sentir de nuevo, aunque ella no es precisamente una persona, es mi ángel, pero no quiero presionarla, por eso es que le he dado su espacio, ahora la estoy buscando por el bosque, ya me decidí estoy seguro de lo que hare, pronto la veo y no me gusta lo que veo, así que me oculto para saber que sucede.

-Ya no llores – le decía Kakuzu mientras la abrazaba – todo estará bien, ya te dije eres lenta.

-No sé, es que también mis bebés corren peligro

- Oye cuentas conmigo también – ella levanto la mirada y le sonrió – eres lo más importante para mí y para el resto.

No me gusta nada lo que vi, ya no perderé más tiempo, yo haré lo que sea por estar con ella, por mí no hay problema porque esos niños que vienen en caminó sean Akasuna, ya decidí lo que hare, y no pienso seguir esperando.

-Interrumpo algo – hable.

- Para nada, los negocios han terminado – me respondió Kakuzu – me voy, porque el tiempo es dinero y no pienso perder más dinero.

- Adiós – ella susurro, ambos nos quedamos en silencio viendo cómo se marchaba el tesorero de la organización...



UN ÁNGEL EN AKATSUKIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora