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-Su estupidez es más grande que América.

-Pues la tuya es más grande que todos los continentes juntos... ¿Cuantas putas veces te he dicho que puedes tener lo que quieras si lo tomas?

-Pensé que ya habíamos aclarado que las violaciones son ilegales, Niall.

El rubio, aun bastante sonriente, pasa el dorso de la mano por su despeinado cabello y echa la mirada al frente un tanto exasperado. Louis es su mejor amigo, sí, y está dispuesto a ayudarlo, claro, pero es que el Tomlinson no tenía remedio.
No es que la situación fuese fácil: hacia masomenos cinco años que la razón de que cada Miércoles su joven amigo castaño se sentase en la barra del bar en el que trabajaba y se lamentara tomando copa tras copa apareció.

Harry Styles era un chico atractivo de deslumbrante sonrisa con hoyuelos, pelo chocolate rizado y ojos de un verde tanto exquisito como único, heterosexual, mujeriego y homofóbico, y allí estaba el problema, básicamente Louis estaba enamorado de él, además de que era un jodido cobarde.

-No es como que lo vayas a tomar a la fuerza. –y no era que no se lo hubiese sugerido antes; de hecho para Niall la moral sobre crecida de Louis era el tachón en un perfectamente elaborado plan. –Escucha, te conseguí algo... -Inclinándose logra obtener de debajo de la barra el paquete envuelto en papel periódico por el que vaya que tuvo que pagar una buena parte de su salario, y más le valía a Louis aplicarlo con Harry o si no el mismo se lo daría al muchacho de ojos verdes aun tuviera que engullírselo por la garganta. Por su parte, Louis solo rogaba porque esta vez la pervertida mente de su mejor amigo no hubiese maquinado nada en la que tuvieran que ver esposas, fustas o algo peor; suspiro desenvolviendo a medias lo que ya en sus manos se sintió como una botella no muy grande, contenedor de un líquido carmín violeta.

-¿Vino tinto? -

-Es el favorito de Harry, ¿no?

Entre confundido e impresionado (había llegado a pensar que hablar de sus penas con Niall era hablar con la pared pero al parecer el Horan si escuchaba algo) Louis asiente, acercándose más la botella pues aun con la diversidad de olores en el ambiente, a sus fosas nasales se cuela un suave aroma a frutilla y frambuesa frescas.

-Ten cuidado. –instruye el joven de enormes pupilas turquesas y tenue acento irlandés. –No es solo el vino, allí dentro hay un preparado con una pequeña e inofensiva droga que hará que cierta persona caiga ante los encantos de un excelente partido. –guiña un ojo y Louis no puede sentirse más enfadado, ¿Qué clase de monstruo libido era su amigo? Se pone en pie echando los puños a la barra provocando el retumbar de un golpe seco.

-¿No es violación si lo drogo y hago que se acueste conmigo? ¡Putamadre Rubia! ¡No sé de dónde demonios sacaste tu concepción de bien y mal! ¿Qué tal si lo mato? Espera... ¡Imagínate que va a hacerme cuando se le pase el efecto! ¡El que se va a morir soy yo! Además... está saliendo con alguien. Louis recupera algo de compostura, gracias a la música no ha llamado la atención y Niall lo agradece, por un segundo pensó que el oji hierro comenzaría a arrancarse el cabello.

-En primera, Louis, -estira la mano hasta posarla en el hombro del mayor. –tú mismo acabas de decirme que tan solo se está acostando con ella, no es su pareja ni nada, en segunda, no lo vas a forzar a tomarse el vino, no es muy diferente a cuando salen a emborracharse juntos por ahí, quien sabe lo que tiene el alcohol en las fiestas, y en tercera, si él te pide que... ya sabes, no vas a ser lo suficiente estúpido como para rechazarlo.

-Lo haría solo por la droga, Harry jamás...

-¡Abre los ojos, carajo! –de acuerdo, ya perdió la paciencia. – Si Harry de verdad fuera tan homofóbico como dice se habría alejado de ti cuando le confesaste que lo amabas.

Y Louis lo recuerda bien, ese día en el que Harry y el discutían su proyecto de física, el de ojos verdes se acercó demasiado parloteando algo de Newton, sus labios sandia se movían como en cámara lenta y el Tomlinson no pudo evitarlo, la palabra te amo había fluido natural, Harry entonces se levantó con tranquilidad, tomo sus cosas y salió de la habitación, al día siguiente mientras Louis comía solo en la cafetería pensando en todo lo que debió y no debió haber hecho Harry se sentó a su lado hablando como si nada hubiese ocurrido el día anterior.

-Si algo le pasa...

-Ya te dije que es inofensiva. –Niall sonríe. –Yo mismo la probé.

-No...- susurra Louis.

-Louis, amigo mío, créeme, si Harry se toma eso todo valdrá la pena. – A decir verdad nada le ha sonado más tentador en su vida.

-No, no. No voy a usarla, no lo necesito. Ni de coña.

Niall suspira Louis Tomlinson es una persona tan difícil de entender y tratar piensa mientras ve como el susodicho se echa a andar entre la gente rumbo a la salida del bar, eso sí, llevando la botella de vino que también contiene la droga consigo.



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RUBRU t. ||Larry Stylinson||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora