RUBRU t. ||Larry Stylinson||

A

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No sabe de dónde demonios ha sacado la fuerza para levantarse y arrastrarse hasta la ducha, lo que sí sabe es que en cinco años que lleva conociendo a Louis jamás había visto esa faceta dura y recia que mostró antes de irse.

Le dolía, y no solo hablaba de su cuerpo. Sujetándose de las frías baldosas abrió la llave de agua y mientras esperaba que esta se calentara se miró en el espejo rectangular largo que adornaba una de las paredes del cuarto de baño; había manchas rojizas en su cuello y uno que otro dedo marcado en su cadera, muñeca, brazo y mulos, de color violeta. Ni siquiera tuvo cuidado el muy maldito. Le había tocado de manera rabiosa a ratos y luego se había puesto a lloriquear diciendo cosas cursis como "eres hermoso" o "te amo".

Obviamente Louis no lo amaba de verdad, solo era lo caluroso de la situación o tal vez la infinita compasión del chico de ojos azules, sí, eso debía ser, compasión y culpa debido al momento que habían tenido que pasar por una tontería. Tontería generado por Louis, todo era culpa de Louis.

-Joder... -soltó Harry pensando en que necesitaba alcohol, así solía aliviar sus malos ratos, con alcohol y una buena mujerzuela que conociese en el mismo bar en el que se emborrachaba. Después tomo una de las toallas del Tomlinson y se vistió, a regodientas, con su ropa del día anterior. Apenas si pudo deslizarse hasta el living donde inmediatamente poso atención en la mancha roja en la pared. Louis era un salvaje estúpido que le había dado el mejor sexo de toda su vida, eso era. Guardando toda esperanza de que con un buen polvo cambiara su opinión acerca del de pelo liso, fervientemente seguía insistiendo en que no era gay, tomo el ascensor y luego llamo a Zayn, ese amigo suyo era un hijo de puta que tenía auto funcional y además era su compañero de piso.

-Te ves hecho mierda. –le dijo el moreno una vez le vio, entre sus labios un cigarrillo y una expresión de burla. –Sube.

Acatando sin chistar rodeo el auto y dios, le dolía tanto el trasero. Zayn se echó a reír y Harry deseo con todo su ser tener poderes telepáticos y darle una paliza a su amigo con la mente.

-¿Y bien?

-¿Y bien, que?

-¿Qué puta te dejo así?

Harry suspiro con desgano, fue tonto de su parte pensar que Zayn Malik aceptaría la cara de pocos amigos con la que cargaba y simplemente lo llevaría a su apartamento después de haberlo despertado temprano, pues el Malik cuando no bebía, fumaba, asistía a sus clases o pasaba el tiempo con sus amigos, dormía.

-Bebí de más. –La carcajada retumbo en los vidrios del auto, deslizando las palabras con su encantador acento árabe, el estudiante de filosofía respondió.

-¿Cuántas copas son necesarias para tumbar al gran Harry Styles? Dímelo, porque bien recuerdo ese día en el que hicimos una apuesta de trago y termine en el suelo.

-Cierra la boca.

Así era Harry, mal educado pero espontaneo y si algo le molestaba juraba voto de mal humor y silencio. Zayn lo supo, iba en serio.

-Ya hombre, ¿Qué te pasa?

-Olvídalo. –su paciencia ya la había ocupado para no ahorcar a Louis la noche anterior, porque si, los ojos azules se habían cerrado primero después de que ambos terminaron y volvió a escuchar un "eres perfecto, te amo". Sacudió la cabeza de lado a lado tratando de apaciguar esos pensamientos, le enfermaban.- ¿Tienes alguna clase hoy?

El moreno bufo dándole una última calada a su cigarro y lanzándolo por la ventanilla. –No, ninguna importante.

-Busquemos donde pasar el rato. Zayn enarca una ceja.

-Puta madre Harry, mírate.

Ya lo había hecho bastante bien en la mañana y estaba seguro de que no quería hacerlo por un rato, odiaba en lo que Louis lo había convertido; de alguien seguro de sí a alguien usado y confundido.

-Como si te importara como estoy, anda.

-Me importa. –escupió el Malik, rindiéndose ante la mirada verde y vivaz de Harry. –Más tarde buscamos un putero, iremos a casa, y mientras tú te duchas...

-Ya me duche.

-Pues lo vuelves a hacer, hueles a sexo y alcohol. Mientras yo terminare con mi sueño de belleza. - Se tocó el rostro fingiendo aplicarse una mascarilla yluego volvió la mirada al camino, Harry se relajó en el asiento; desde que Zaynse mudó con él, en cierto grado, llevaba la vida más tranquila, porque el chicopodía ser un irresponsable pero jamás mal amigo, no uno que te droga y luego seacuesta contigo. Eso era solo de Louis.

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