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Anoche tuvo un sueño muy raro en el que Harry se tomaba la sucia pócima que le había dado Niall y luego él tomaba a Harry.
Porque no podía ser otra cosa más que un sueño, el chico al que amaba no iba a estar recostado a su lado en la cama, con los rizos revueltos, la manta cubriéndole hasta la cintura exhibiendo parte de su piel maltratada por los bruscos besos y toques que le había dado la noche anterior, no, para nada, su visión debía estarle jugando una mala pasada. Eso o algo realmente malo le había poseído como para tomar a Harry de un modo tan ruin, es decir, prácticamente lo había violado. Sintiéndose el ser más horrido que haya pisado jamás la Tierra se incorpora, lo único que quiere es llorar y tirarse a los pies del de ojos verdes suplicando su perdón.
No pienso perdonarte nunca.
¿Cómo pudo? ¿Con que cara vera a Harry de ahora en adelante? De pronto un pensamiento incluso peor lo golpea; ¿Qué si el rizado no quiere volver a verlo?
A estas alturas debería ya saber que cualquier idea de Niall dará como resultado catástrofe o alguna demanda, ser amigos por tantos años no le había enseñado nada. No debió aceptar el vino, no debió salir al supermercado, no debió dejar que sus bajos instintos lo controlaran.
No debió enamorarse de Harry Styles. Eso solo había traído desgracias a su vida.
El dueño absoluto de sus pensamientos se remueve en la cama soltando un gruñido y a Louis se le hiela la sangre; quiere huir pero sus piernas no se mueven y cuando los ojos de Harry al fin se abren, develando un verde puro casi chicle, se siente morir, quiere que la tierra se lo trague y lo escupa al otro lado del mundo, quizá México, ahí jamás podrían encontrarlo.
-Tu... -suelta con voz ronca y gesto de fastidio.
-Harry yo... Y Harry tan solo ocupa las manos para ocultar su rostro, esta frustrado, atemorizado, apenado, y más que nada dolorido.
-Te odio. –dice en un susurro apenas audible hasta para sí mismo. –Te odio.
Vaya, el expresando cuanto ama al Styles y este odiándolo, que ironía. –Harry por favor. – alarga el brazo con intención de tocarle, Harry entonces se incorpora de modo violento evitando el toque a costa de una terrible expresión de aflicción, su espalda baja arde, sin mencionar que se siente con el cuerpo cortado; seguramente por la resaca y los efectos secundarios de la droga.
-Aléjate de mí. –escupe con cólera plasmada en los ojos. –...Yo, lo sabía... Así es como son ustedes.
Louis frunce el ceño. -¿Nosotros?
-Los putos.
Cuando tenía siete años John Walker le lanzo una piedra en el ojo, requirió cinco puntadas y le dolió mucho, pero si comparaba aquella congoja al daño arrasador provocado por las palabras de Harry... tan solo no podía. Su pecho se hincho de tristeza, poco le falto para envolverse en sí mismo y llorar preguntándole a Harry porque le odiaba tanto si lo único que él había hecho era amarlo desde que lo conoció.
-Hubiera preferido que me mataras. –Su tope fueron las lágrimas de desesperación que brotaron de los ojos verdes.
Que patético. Se dijo Harry a sí mismo al percatarse de las gotas saladas que chapoteaban en su mejilla, pero es que no sabía cómo reaccionar, de hecho no sabía ni como se sentía después de todo lo ocurrido.
-No te quiero ver mas Louis.
Louis apretó los dientes ¿Qué diablos? Harry era tan egoísta, él le atesoraba, amaba y haría cualquier cosa por él... excepto quizás perdonar las horrendas palabras que acababa de escuchar salir de la boca del Styles. Ya no se sentía triste, desgraciado y enojado eran las palabras que le describían mejor.
Tomando simplemente una sudadera y sus deportivos, quedamente con el pantalón de la pijama, salió dejando un portazo tras de sí. Se terminó de vestir en el pasillo y ya en la sala se paró en seco al encontrarse con la botella de vino en la mesa de centro. Necesitaba golpear algo o a alguien y si no se desquitaba con cualquier cosa inanimada del lugar lo haría con Harry, aun después de todo lo amaba, así que sujeto la botella del mango y la lanzo con furia a la pared, instantáneamente rompiéndose en mil pedazos y soltando el líquido rojo, una que otra gota escurría y hasta algunas impactaron en su rostro, trago en seco y salió de la casa dejando atrás una mancha más parecida a la sangre que sentía se desprendía de su corazón herido.
Bajo por las escaleras decidiendo caminar, ni siquiera saludo a la portera, solo continúo sin rumbo alguno, Harry había dicho cosas atroces que le lastimaron inmesuradamente pero en cierto grado tenía razón; se había aprovechado de la situación, no paro cuando el de rizos pidió que parara. Joder, lo peor era que ni siquiera se arrepentía. Si Harry desaparecía de su vida al menos viviría con el recuerdo de que lo poseyó en todo sentido, porque estaba seguro de que sintió una especie de chispa, un fuego tan increíble y misterioso que unió sus alamas esa noche, un fuego que no tenía nada que ver con la droga. También estaba seguro de que no dejaría de amarlo, ya era tarde para eso.
-Malditos todos- Bufo, antes de dejarse caer en un banquillo, sin darse cuenta había llegado hasta el parque central, una oleada de frio le recorrió, metió las manos a los bolsillos de su sudadera y encontró unos centavos. Los utilizaría para llamar a Niall en el teléfono de monedas, después de todo el rubio debía asumir la parte de culpa que le tocaba.
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RUBRU t. ||Larry Stylinson||
FanfictionDonde Niall sugiere a Louis drogar a Harry para poder acostarse con él. -¿Vino tinto? - -No es solo el vino, allí adentro hay un preparado con una pequeña e inofensiva droga que hará que cierta persona caiga ante los encantos de un excelente partid...