¡Hey GHOST!

Epílogo

"All of Me" 

Soy Wonwoo y ahora me encuentro corriendo por los pasillos luego de clases, mientras sostengo en mi brazo izquierdo, infinidad de papeles. No pensé que se me haría tan tarde, pero luego de ver la hora en el celular y la cantidad de llamadas perdidas de Hyung, creo que estaré muerto si no llego en diez minutos al restaurante. Han pasado tres años luego de aquel frenético día en el que el club cerrado "Seventeen" debutó por primera vez y ahora, a pesar de que cada miembro ha seguido su camino, puedo decir que aún seguimos relativamente juntos.

-¿Hola?- contesté el teléfono llegando casi al enrejado.- Lo se hyung, no creí que se me haría tan tarde en Anatomía. Si dejas de llamarme tal vez llegue más rápido ¿no crees? Tengo que caminar diez cuadras. Está bien, nos vemos. – Suspiré, a pesar de los años, hyung jamás cambiaría.

-¿Quiere que lo lleve a algún lado, Doctor Jeon?- aquella voz, juguetona y sexy logró congelarme de pies a cabeza. Me giré rápidamente para verlo ¿hace cuánto no lo hacía?

– Llegaste...- dije observando de pies a cabeza a Mingyu, esos ojos brillantes y es mirada felina, estaba apoyado, casi sentado, en el capo de su auto. No lo pensé más y corrí a abrazarlo, escondiendo mi nariz entre su ropa para grabar de nuevo su perfume.- Te extrañe.

-¡Yo también!-sus brazos me rodearon y apretó con fuerza mientras, su mejilla reposaba en mi cabeza.- Estas fueron las peores dos semanas de mi vida, no quiero irme más.

Mingyu había cumplido su promesa, luego de terminar la escuela, quedamos en la misma universidad pero la disponibilidad horaria era poca y él viajaba constantemente debido a que los estudiantes de arquitectura, viajaban a ver estructuras en el mundo gracias a un programa de seminarios. Por mi parte, yo estudiaba medicina, me iba bastante bien pero el tiempo en el que Mingyu viajaba, yo lo tenía en miles de horas de estudio. Ahora todo ese estrés se había esfumado, seguíamos siendo dos tontos enamorados y lo comprobé una vez más cuando sus labios dieron calor nuevamente a los míos.

-Algo que las vídeos llamadas no dan.- bromeó y su celular vibró en el bolsillo.- No pienso verlo, seguro es Jihoon-hyung, me ha dejado más de mil mensajes desde que llegué al aeropuerto.

-Ya veo, esos dos no cambian.- sonreí.

-Técnicamente ninguno lo hizo. Vamos.- por desgracia nos separamos, abrió la puerta y luego rodeó el auto para sentarse en el lugar del conductor.- No te olvides del cinturón.-dijo ayudándome, lo tenía tan cerca, veía cada poro de su piel perfectamente bronceada naturalmente. –Eres tan lindo cuando te sonrojas.

-¿Qué? Yo... yo, ya no hago esas cosas.- dije llevando mi vista al cristal de la ventanilla.

-¿A no? – Se acercó aún más.- ¿Estás seguro? –mi cara comenzaba a hervir.- Algo me dice que si... además,  dos semanas sin Fantasma... tal vez olvidemos la reunión y lo secuestre, lo encierre en mi habitación y lo tenga solo para mí.

-¿Estás loco?-pude formular dos palabras.- Nos... mataran.

-Moriré feliz... - su respiración se cortaba en mi rostro, pero de nuevo sonó mi teléfono, salvado por la campana. Saqué el aparato de mi bolsillo y lo atendí frente a él como si nada pasara, ignorando completamente que Seungcheol me gritara desde el otro lado. - ¡Eso es jugar sucio! – Exclamó Mingyu y solo se dignó a encender el auto y salir de allí con agilidad.

-¿Podían dejar de hacer eso en público?- gritaba Jun en 1004, a pesar de estar en la sala VIP, ya estaba harto de que Hoshi le declarara besos pasionales a Minghao.