Capítulo 4.
-Muy bien alumnos, antes de que termine la clase quiero decirles que la semana que viene tendremos el examen de Matemáticas. Por favor, no quiero reprobados así que den lo mejor de sí.-el profesor término de hablar cuando Wonwoo suspiraba de cansancio. Él sabía que debería entender si o si aquellos temas o estaría frito, más allá un atenta mirada observaba como el muchacho de semblante serio se dejaba caer en el pupitre.
El timbre sonó y todos se apresuraron a volver a sus hogares con rapidez, mientras Wonwoo tomaba sus cosas con cuidado y las acomodaba en su bolso. Estaba tan sumido en sus pensamientos que se dio cuenta que estaba solo en el salón, del libro de biología y la nota de Mingyu cayó.
-Ay no.-dijo recordando aquello y miró hacia todos lados para verse solo en el salón.-Tal vez había olvidado todo aquello y se fue.
O eso esperaba él, salió del salón por los pasillos sin antes colocarse los auriculares, su paso era un poco más rápido de lo normal. No había rastros de aquel chico alto, luego de pisar un paso en la salida del colegio sintió como algo lo jaló del hombro y lo metía dentro de unos arbustos. Cuando abrió sus ojos solo veía hojas, ramas y un rostro familiar que estaba demasiado cerca de su propia cara y volvió a sentir la respiración entre cortada de este.
-¿Q... qué quieres?- Wonwoo comenzó a pensar de nuevo la idea de que Mingyu fuera un acosador. El solo lo miró extrañado y le tapó la boca.
-Shhh, cállate. Esta por pasar algo allí.-Sin soltar al chico de negros cabellos, se arrodilló y miraron por una pequeña ventana improvisada que hizo con una mano. Por ella Wonwoo miraba como uno de los chicos de primer año iba caminando despreocupadamente cerca un grupo ruidoso. Sabía que era de primer año ya que en su instituto podías diferenciar los niveles con corbatas, moños o pequeños cordones. Mingyu y él utilizaban pequeños cordones azules que combinaban con el uniforme, mientras que los de primer año usaban moños y los de tercero, como Seungcheol-hyung utilizaban corbatas, aunque muchos pensaban que se veían más cool sin usar nada en el cuello.
Dirigió su vista a su secuestrador y vio como este observaba muy serio aquella situación, el muchacho de mejillas grandes iba despreocupadamente con su celular cuando uno de los brabucones lo tomo por los hombros y le obligó a entregarle algo. Wonwoo no escucho bien, pero pudo ver que el chico de castaños cabellos, sacaba los apuntes de clase y se los entregaba lleno de miedo. El atacante los tomó y los metió en un charco con lodo para luego devolvérselos golpeándolos contra su pecho y ensuciarle el uniforme.
Wonwoo estaba hirviendo de rabia, ¿por qué Mingyu lo obligaba a ver esto? Giró el cuello para reprimirlo pero el más alto ya no estaba. Se giró asustado y sus ojos casi salieron de sus orbitas al ver como Mingyu tomaba una bola de lodo y la escondía detrás de su espalda.
-¡Oigan, muchachos!-grito su captor.- Quisiera unirme a la diversión.
-Maldito bastardo.-sentenció Wonwoo ¿Acaso Mingyu los ayudaría?
-Vete de aquí, nuevo.-el líder del grupo que no alcanzó a mirarlo del todo y ya tenía la pelota de lodo en toda su cara. Mingyu corrió hasta el muchacho víctima y lo tomo del brazo para salir corriendo. Wonwoo alcanzó a ver ante su asombro como el más alto también le decía que corriera, así que tomo las mochilas de ambos y corrió detrás de ellos dejando atrás el escondite mientras los chicos intentaban sacarse el lodo de la cara.
Corrieron, hasta que sus piernas reclamaron parar y entre jadeos pudieron llegar hasta un parque, Wonwoo se tomaba las rodillas para poder incorporar el oxígeno que necesitaba mientras observaba como el chico de primer año se sentaba en el césped ya rendido y Mingyu se apoyaba en un árbol cercano para reponerse. Él lo miro por el rabillo del ojo y le sonrió victorioso, Wonwoo bajo la vista ya que odiaba cuando él hacia eso.
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¡Hey GHOST!
Fiksi Penggemar"Todos los días son iguales, no llego ni muy temprano, ni muy tarde, saludo a la gente que conozco en el pasillo a veces con una expresión seria, a veces, con una sonrisa que delata mi incomodidad a la confianza de la gente. Luego de aquellos pasill...