Capítulo 8

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Minho sentía su corazón acelerar mientras cruzaba la calle de camino al hotel que le había dicho Neugdae, ¿cómo había conseguido su teléfono? Realmente eso no importaba ahora realmente. Minho entró al hotel, pidió las llaves de la habitación y se las dieron de inmediato. Subió al elevador y sintió cómo su estómago se contraía y comenzaba a sudar un poco, pues no sabía de qué era capaz Neugdae para incluso haberlo citado en un hotel. Llegó a la habitación y dando un suspiro hondo abrió la puerta...

Era una habitación amplia, toda la decoración era roja con negro, había velas encendidas y algunas rosas en un buró de la mesa. Se notaba que habían quemado incienso con aroma a rosas por el aroma tan penetrante. Había una hielera en una pequeña mesa cerca de la cama, la cual tenía dentro dos botellas de vino con hielo y a su lado dos copas.

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Narra Minho

Tragué al ver la cama, con una funda color rojo vino, y su dosel de madera tan fuerte de color café chocolate.

-Después de todo si llegaste...

Escuche una voz salir atrás de mí. Con todas las fuerzas que tenía en mí ser, tuve que contenerme para no ir sobre él, Neugdae camino en frente de mí, fue hasta la cama y se sentó, comenzó a servir las dos copas de vino, cruzó las piernas, bebió, se limpió las comisuras de los labios y luego me miró con una sonrisa en los labios.

-¿Qué? ¿Te gusta lo que ves?

Neugdae llevaba puesto un rojo que acentuaba su silueta y combinaba con su cabello, el cual ahora había teñido de color rojo vino; dejaba expuestos su hombros, la parte de abajo del corsé tenía encaje y resaltaba su vientre. Y sin contar las medias negras que llegaban a sus muslos. Simplemente exquisito.

Se levantó, contoneando su cuerpo, me besó y comenzó a desvestirme mientras yo lo besaba también de manera desenfrenada, lo deseaba tanto...

Una vez que él me quitó toda la ropa y sólo me dejo en bóxer, paro de besarme y colocó sus manos sobre mi pecho para separarme. Me mostró una sonrisa, miró mis labios.

-Bien Choi, no me dijiste si te gusta lo que ves...

-me encanta...

-te gustará saber que eres el primero en verme usándolo...un amigo me lo regalo para usarlo con un idiota que valiera la pena, y ese idiota eres tú, felicidades Choi...

Lo volví a besar hasta que sus rodillas tocaron la cama y lo dejé caer en ella. Si me parecía atractivo, enfundado en ese traje me parecía precioso. ¿Cómo me podía gustar tanto? Jamás había entablado antes una conversación con él, pero me parecía conocerlo y no sabía por qué.

-Bien Choi, esta considérala una disculpa por desaparecer tanto, hoy dejaré que tú lleves las riendas del juego, ¿te gusta?

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Narra autor

Minho miró como Neugdae subía sus manos arriba de su cabeza, totalmente sumiso ante él. Minho no lo podía creer. Puso atención a la cama y vio que estaban todas las cosas de la última vez que se habían acostado. Tomó la cuerda roja, puso a Neugdae boca abajo y amarró sus manos a la cabecera.

-¿qué planeas hacer Minho?

Dijo Neugdae mientras Minho le colocaba una almohada en el abdomen y levantaba su trasero hacia él.

-Cobrarte toda la incertidumbre que provocas en mí...

Minho comenzó a pasar sus manos por los tobillos de Neugdae, subiendo hasta llegar al borde de su ropa interior. A retiró lentamente, dejando así descubierto a Neugdae.

Innocent or dangerous?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora