Capítulo 6: ¡Ven amor!

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Siempre he dicho que el único método para callar la mente es dormir. Es cuando ya los pensamientos te dejan de dar patadas por varias horas luego de un día tan violento. Quizás todo lo que digo no tenga sentido pero digo todo lo que dice mi mente. Bueno, voy a acostarme un rato. Me siento un poco cansado.

(En el sueño)

¡Oh rayos! ¿Y esto que es? ¿Donde estoy? Parece una enorme habitación con muchos cajones. No se donde estoy, no tocaré nada, pues no es mi propiedad. Aunque como dice el refrán "la curiosidad, mató al gato". Me acerco a uno de los cajones y en uno de ellos dice "Lo Siento". ¡Wow!, son las mismas palabras que me había dicho mis esposa antes de morir. Abrí el cajón y allí dentro miré y pasó una escena en la cual veo a mi esposa al momento de morir acariciando mi cabello y mirándome fijamente a los ojos y exclamó diciendo:"Mi amor, lo siento". Aturdido me pregunto a mi mismo ¿que significará eso?. Automáticamente veo un resplandor de luz brillante y me doy la vuelta. Y allí estaba, mi querida Liss. Tan hermosa como siempre. Me estaba sonriendo y me decía:" Ven amor ". Corrí a sus brazos y la abracé fuerte. No había sentido tanto gozo en mí desde hace 15 años. Las lágrimas corrían por mi rostro. No quería despertar. Estaba disfrutando ese abrazo, me olvidé del tiempo, me olvidé de todo y sólo éramos ella y yo. Hace mucho no lloraba, pero estaba llorando de alegría. Al fin tenía en mis brazos a la mujer a la cual le había entregado todo mi amor.
Ella, sostuvo mis hombros fuertemente y me apartó de ella diciéndome:" Mi príncipe, tan apuesto como siempre, es tiempo de irme". La interrumpí diciéndole:"¡Amor antes de que te vayas! Quiero preguntarte ¿a que te referiste al morir cuando dijistes lo siento ". Sacó una carcajadas de varios segundos y me dijo:" Ay Ray tu siempre. Simplemente hoy quiero terminar esa frase que nunca pude acabar. Lo siento mi amor, siento mucho haberte dejado y no haber podido disfrutar nuestros últimos años juntos. Lo siento, por no haberte dicho antes de morir lo mucho que te amo. Aún aquí en el cielo puedo sentir mi eterno amor por ti. No amé a nadie como a ti, mi delicada estrella. Sólo quiero decirte lo siento, porque dejé la vida atrás y a ti con ella. Tengo que ir, lo siento, pero una cosa puedo decirte, te espero acá arriba con mis brazos abiertos para decirte cuánto te amo".
No tuve tiempo de despedirme, pues al decir eso, desapareció del alcance de mi vista. Me tiré al piso a llorar. Pues llevaba 15 años abatido, cargando en mi mente con el terrible dolor de no tener a mi lado a mi princesita. Por fin, puedo morir tranquilo.

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