Capítulo 9: Un nuevo despertar

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Esta mañana me levanté con más fuerzas que nunca. Había abrazado a mi esposa, por fin entendí muchas cosas que no captaba antes, mis hijos y mis nietos hoy están aquí, creo que no tengo más nada que pedir. Pero si algo me preocupa, siento como si algo fuera a pasar hoy. Espero que sólo sean cosas mías.
Me senté a descansar por unos minutos en mi sillón en el balcón de mi casa. Comencé a recordar desde aquel día del sueño, como mi vida fue cambiando desde que abracé a Liss. Por eso siempre digo, que ella es mi felicidad, ella era quien me llenaba de vida, realmente, ella era mi vida y al ella morir, mi vida murió con ella, quedando sin sentido y un poco alborotada. Pero que bien se siente, el que hoy tu corazón salte de alegría porque aquella mirada en el olvido que un día distes, ya no volverá más.
¡Auch! Me duele mucho el pecho. Creo que es algo normal, ya me ha pasado varias veces. No dejaré que un simple dolor me arruine estas fiestas.
Y aquí me encuentro, una vez más, sentado en mi balcón, perdido en los recuerdos del ayer, perdido en el amor que atrás dejé, perdido en la certeza de que volver a poder amar algún día. Mi corazón empieza a comprender la dicha que podemos tener de vivir aunque esa persona que tanto amamos no esté allí. Ellos estuvieron, hoy ya no están, pero en algún momento en el libro de nuestra vida, su nombre está escrito y en una de las mejores partes. Ahora entiendo que mis esfuerzos y mis años no se desvanecieron al Liss morir, sino que cobraron vida haciéndome recordar que la semilla que uno siembra hoy, la cosechará mañana.
Bueno, ya que, las canas han cubierto mi cabeza, mi rostro se ha vuelto algo arrugado, mi cuerpo se ha tornado oxidado y cansado, de tanto caminar en esta vida, de tanto batallar con el dolor y la desesperación, cansado de vivir la vida sin tener algún propósito en ella. Ya de qué vale vivir, ya viví más de lo que tenía que hacerlo. Ahora creo que me sentaré a esperar la hora en que me toque partir.
Me estoy sintiendo un poco mal. Me recostaré a dormir. Quizás se me vaya mañana. Han sido unos años de tristeza pero hoy puedo sentir que Liss estuvo aquí.

Una Mirada En El OlvidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora