Desperté. Parecía que todo predecía sería un Jueves normal. Me duché, me arreglé, llevé a Mattie al colegio y después me dirigí al mío. Sonreí al ver a Shane en el aparcamiento esperando junto a su auto. Nos saludamos y el comenzó a platicarme lo genial que le había parecido el Skylands; y yo (obviamente fascinada) le hacía segunda con lo que decía. Mi día se llenaba de risas y más aún cuando vi una familiar pelirroja esperando en nuestros casilleros.
Corrí con toda la emoción que pude a abrazarla, y ella a mí. Parecía que no nos veíamos en años, pero eso es común en nosotras. Casual, cuando vas por el pasillo y ves a 2 chicas corriendo a abrazarse como si fuera el fin del mundo, tranquilo; son Tammy Collins y Kat Scott, siempre se saludan así. (Triste... un poco, pero ya casi todo el colegio lo ve de esa forma).
Al terminar nuestro asfixiante abrazo de oso, ella volteó a ver en dirección a Shane.
-Kat, él es Shane Austin. Shane, ella es Kathlyn Scoott. Ambos pueden considerarse mis mejores amigos, sean felices porque los dos pasarán mucho tiempo conmigo.
Se saludaron, y supongo que se llevarían bien. Al fin y al cabo, todos somos muy parecidos.
-¿Qué te sucede? Falto 2 días y ya te buscas un nuevo mejor amigo...
Todos reímos, y esa fue como una discreta forma de decirme que le agradaba. Fuimos a clase y me di cuenta de que era impresionante que no coincidiéramos con Shane antes, compartíamos muchas clases y al platicar era tan parecido a las bromas entre nosotras; pero bueno, por algo suceden las cosas. El almuerzo fue lo mejor, nos pusimos a contarnos sobre nosotros para integrar cada vez más a Shane, y ambos dijeron que me acompañarían hoy al trabajo.
Después de la jornada de clases, camino a Skylands, recibí un llamado de mi padre. Mi mamá tendría hoy un chequeo por lo que él no podría estar en el hospital, así que quería pasar un día a solas con Mattie. Me parecía genial, al fin todas las piezas encajaban para ir solucionando los problemas de mi familia.
Llegamos a Skylands, Kat y Shane fueron a sentarse en la misma mesa que él tomó ayer, fui por mi uniforme e inicié con la limpieza, Ally no tardó en aparecer junto a Johnny, quejándose de que al parecer, él casi la arrolla con su bicicleta. Se pusieron sus uniformes, y empezaron a limpiar también; Johnny dijo que abriéramos, pues Kyle llegaría un poco más tarde y le pidió ese favor. Abrimos, las mesas se llenaron, todo bien, atendí a mis amigos y recibí a bastantes clientes. Samuel no llegaba, eso me puso nerviosa (nerviosa, ¡Que rayos!, casi ni conozco al chico).
En efecto, Kyle llegó aproximadamente hora y media después de la apertura, Samuel llegó con él y (aunque odie admitirlo) me relajó verlo en su mesa habitual, pedí un Americano Doble y lo llevé a su mesa.
- ¡Hola! Aquí está tu café.
-Jajajaja ¿Mi café? Aún no ordeno nada...
- Jaja Lo sé, pero te apuesto a que ibas a pedir esto.
- Jajaja Touché, soy muy predecible.
- Jajaja no creo, al fin y al cabo, no me esperaba que me acompañaras a casa. - Yo misma me sonrojé por mi comentario, y él no se quedó atrás. Hice lo único que se me ocurría para manejar la incomodidad del momento. - Bueno debo irme a trabajar...
Él tomo mi mano mientras me retiraba.
- Espera. Tammy... ¿Te molesta si te acompaño todos los días?
Mi cara no podía ponerse más roja y él seguro se dio cuenta. Sonrió.
- Digo, si no te molesta.
- Estoo... yo. No... Digo, no me molesta. Si tu quieres... Bueno, ya me entiendes.
- Jajaja Si. Entonces, no te vayas sin mí. Te acompaño.
Salí casi corriendo de allí, muerta de pena y de emoción... Cielos ¿Qué me sucede? Seguí atendiendo y tratando de distraerme. Él sonreía cada vez que notaba que me acercaba a su mesa, y yo me sonrojaba al verlo. Cada vez más ansiosa de terminar la jornada, mis amigos decidieron irse temprano, tal vez habían escuchado parte de la conversación. Finalmente, cerramos. Johnny y Ally se fueron cada quien por su cuenta, así que solo quedaban Kyle y Samuel, aparte de mí.
-Hey Samuel, ¿nos vamos?
-De hecho, planeaba acompañar a Tammy.
- Ah, ¿cambias a tu hermano mayor por una linda chica? - Obviamente, me sonrojé al escuchar linda.
- Jajaja, sí, porque esa linda chica es mejor compañía. - Escucharlo de él, definitivamente no ayuda.
- Jajaja, buen punto. Además planeaba pasar por unas cosas para el café y tal vez me tarde mucho. Así que, creo que eso es mejor. Tammy, cualquier cosa que haga este chico, me avisas.
- Adiós Kyle. Y no va a avisarte nada, solo la acompaño a casa.
-Jajaja, eso dices. Adiós Tammy.
-Adiós.
Comenzamos a caminar y él se detuvo en una banca del parque, la misma de hace unos días.
-Aún es temprano ¿Quieres sentarte?
No tengo idea de cómo logra ponerme tan nerviosa. Aún así, me senté procurando una distancia intermedia.
- Tammy, lamento el malentendido de antes.
- Jaja Samuel, ya déjalo ir. Todo se aclaró y la verdad me da pena recordarlo.
-Sí, admito que a mí también me da pena recordarlo. Dios, fui realmente un tonto.
-Jajaja no, no eres un tonto.
Nuestras miradas se cruzaron y sentí como si el parque estuviera desapareciendo, esos ojos azules tan profundos, no podía pensar en nada más. Una ráfaga de viento levantó unas cuantas hojas, que pasaron en medio y rompieron nuestro contacto visual. Por un momento sentí que íbamos a besarnos.
Él intentó continuar hablando, así que iniciamos una ligera charla. Fui conociéndolo mejor, por ejemplo, descubrí que le gusta la música y los libros, también hace deporte, es miembro del equipo de americano de su colegio, su color favorito es el azul y adora los postres. Reanudamos nuestra caminata y seguimos hablando. Familia, amigos, colegio, él se abrió conmigo y yo con él, nos estábamos conociendo.
Al llegar a casa vi el auto de mi padre, la luz del cuarto de películas estaba encendida, seguramente estaba allí con Mattie. Samuel me acompañó hasta el porche.
-Gracias por acompañarme.
- De nada, espero poder hacerlo mañana también. Me la paso muy bien contigo, Tammy.
- Yo también, Samuel.
Él tomo un mechón de mi cabello y lo acomodó atrás de mi oreja. Luego se acercó y me susurró al oído... Llámame Sam. Luego me dio un beso en la mejilla y se fue, cuando logré salir de mi shock, entre a la casa, y mi shock no hizo más que aumentar.
- ¡Mamá!
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Diario de mi Alocada Vida
Fiksi RemajaTammy Collins, esa soy yo. Seguramente te preguntas porque mi vida seria alocada, bueno te puedo responder que simplemente porque en mi vida se juntan todos los problemas existenciales que se le podrían ocurrir a una adolescente y aún más, pero eso...