~Familia de Sangre~

Capitulo 1

Llovia, es lo primero que recuerdo de ese dia, todos corriendo asustados, mi madre protegiendonos a mi y a mi hermano, mi padre estaba siendo consumido por la maldad.
-Ve al bosque, cuida a Lloyd- gritó mi madre para hacerse oir sobre los gritos de la gente.
Tomé a mi hermano de la mano, y fuímos corriendo en dirección al bosque.
-Ayami, por qué nos vamos? Qué está pasando con papá?- preguntó mi hermanito asustado.
-Tranquilo, no te preocupes mamá esta allí, todo saldrá bien- le respondí, tratando de tranquilizarlo, aunque yo no estaba tan segura.
Nos escondimos, muy adentrados en el bosque, esperando que mamá nos buscara.
Después de un tiempo que me pareció eterno, mi hermano se quedo dormido, y mi madre llegó poco después de esto .
-Están bien?- pregunto ella.
-Nosotros estamos bien y tú?- dije mientras la abrazaba .
-Bien, pero tu padre a desaparecido, el veneno del devorador lo a consumido por completo- dijo algo triste.
-No importa mamá, los tres estamos bien- respondí, intentando animarla un poco.
-Mami, porque nos mandaste aquí? Mi hermanita dijo que todo estaría bien, es así?- preguntó mi pequeño hermano, despertando y extendiendo sus pequeños bracitos hacia mi mamá, intentando que lo abrazara.
-Todo esta bien Lloyd- replico mi madre, abrazándolo.
Regresamos los tres hacia nuestra casa, y mi madre fue al cuarto de Lloyd, ya que nuevamente se quedó dormido.
Empece a preparar un poco de té, para poder entrar en calor, ya que la lluvia se había intensificado.
-Segura que estas bien?- preguntó mi madre, entrando a la cocina.
-Si- respondí, extendiéndole una taza de té.
-No creo, que estén a salvo conmigo, su padre advirtió que iba a convertirlos a los dos en los mas grandes villanos de todo Ninjago- habló mi madre agachando la cabeza, dejándose caer en la silla más cercana, se notaba preocupada- creo que tendré que dejarlos en La Escuela para niños villanos-.
-¡¿Que?!- pregunte alterada, mi padre quería convertirnos en villanos y para colmo mi madre quería meternos en esa escuela que enseñaba a los niños como serlo, no me parece nada congruente.
-Escucha hija, tal vez tu padre nunca sospeche que están allí, por ser ilógico- dijo, levantándose de la silla acercándose a mi.
-Como quieras- respondí esquivándola y yendo a mi cuarto, no podía creer que nos quisiera mandar allí, toda nuestra vida habíamos odiado ese lugar y al parecer no había otra salida, dándole vueltas a todo lo ocurrido, me quede dormida.
Al despertar mi madre estaba en mi cuarto, parecía que estaba separando algunas de mis cosas.
-Qué haces?- pregunté confundida.
-Necesitarán algo para la escuela no crees?- me respondió, con una sonrisa triste en el rostro- escucha Ayami, no quiero que se vayan, pero todo es por su bien, algún día lo entenderás, daría todo porque estuvieran bien, solo irán ustedes, no podría soportar dejarlos allí-.
Cuando ella terminó de separar lo que consideraba que necesitábamos, mi hermano y yo salimos de casa, yo sabia que tal vez seria la ultima vez que la vería, pero aún así no voltee atrás, tome a mi hermano de la mano y lo lleve caminando a ese horrible lugar, sentía mi cuerpo pesado por la culpa, mientras Lloyd volteaba hacia atrás contemplando como nos alejábamos de nuestro hogar.
-Adonde vamos?- me pregunto él, cuando perdió de vista la casa, mirándome con esos ojos verdes algo alegres, yo lo sabía, él pensaba que iríamos a jugar.
-Ven conmigo- le respondí evitando mirarlo.
Seguimos caminando en silencio, cuando llegamos a la puerta de la escuela, entre con Lloyd, me dijeron que tenía que dejar a mi hermano, pues yo era mayor que él.
Mientras algunos niños distraían a mi hermano, silenciosamente crucé otra puerta.
-Dónde esta mi hermana?- escuché la voz de Lloyd, cerré los ojos un segundo y seguí caminando, no quería dejar a ese pequeño. Espero qué mamá tenga razón y todo esto sea necesario.
Mi nombre es Ayami Garmadon, mi cabello es completamente negro, al igual que mis ojos, mi tez es blanca, mi hermanito, rubio, de ojos verdes.
Desde ese dia no he sabido nada de Lloyd, ni mi madre, ni mi padre, en esos momentos los extrañe, pero todo eso sucedio hace muchisimo tiempo en el pasado...