Abro su perfil curioso, parece guapo. Se llama Jaime y creo que me suena su cara de haberle visto por el colegio. Hasta creo que está en mi clase de francés.
Comienzo a mirar sus fotos pero no soy capaz de atreverme a hablarle, solo me ha seguido eso no significa nada. Finalmente apago la pantalla del móvil y me duermo.
Al día siguiente es un día nublado, uno de esos días tristes en los que te cuesta salir del cómodo calorcito que te ofrecen tus sábanas.
Luchando contra mi mismo consigo salir de la cama, asearme y vestirme. Cuando estoy desayunando tengo la costumbre de mirar el móvil un rato, con la sorpresa de que al abrir Instagram me encuentro con que ese tal Jaime ha dejado un like en mi última foto. Entonces lo mejor que se me ocurre es devolverselo en una de sus fotos.
Cuando acabo voy al colegio y me paso las tres primeras horas de clase un poco adormilado, así que espero al recreo para contarles a Eva y Natalia mi rayada nocturna.
+Tengo algo que os va a gustar –digo sentándome en un pequeño banco de metal, con mi bocadillo entre las manos.
–Sorpréndenos –responde Natalia.
+Ayer me siguió un chico que se llama Jaime, pero no estoy muy seguro de quién es, solo me suena su cara –explico cogiendo el móvil y metiéndome en su cuenta. –¿Os suena?
–¡Claro que nos suena! –responden las dos al unísono.
–Caleb, está en francés con nosotros –añade Eva. –¿Cómo ni siquiera lo sabes?
+Yo que sé –replico. –Sabes que he descubierto mi sexualidad hace poco, es ahora cuando de verdad me estoy figando en la gente que me rodea.
–¿Bueno y qué pasa con este chico? –pregunta Natalia.
+Qué ayer me siguió y esta mañana me he encontrado con un like suyo –respondo.
–¿Y no te has parado a pensar qué es porque a lo mejor te conoce del colegio? –replica Eva.
+Sí... pero yo que sé, quizás quiere algo conmigo –digo levantando los hombros en un signo de duda.
–Bah, tanto drama para esto –ríe Natalia sentándose a mi lado. –Ahora después del recreo tenemos francés, veremos a ver si te dice algo tu amado.
+Tonta –sonrío yo dando otro mordisco a mi bocadillo.
Por fin suena el timbre que indica el final del recreo y todos subimos a nuestra clase a por los libros de francés. Natalia y Eva se me adelantan y yo me quedo atrás cogiendo mi cuaderno.
Unos segundos después, salgo por la puerta de mi clase en dirección al aula donde damos francés cuando de repente me doy un pequeño golpe con un chico un poco más alto que yo. ¡Es él!
Cuando parecía que todo iba a ser el bonito comienzo de una historia de amor, me doy cuenta de que ni siqueira se ha dado cuenta de nuestro pequeño choque y sigue hacia adelante en el pasillo hablando con otra chica que se llama María. Yo hago como si nada y entro en clase de francés sentándome en la primera fila, como siempre.
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El Paraíso Correcto (#GAY) (COMPLETADA)
Roman pour Adolescents¿Nunca has dudado de tu sexualidad? Caleb es un joven de 15 años que está empezando a descubrirse a sí mismo, después de una tormentosa relación con una chica. El problema empieza cuando nuestro protagonista se da cuenta de que otro adolescente llam...