—¿Hay vida después de la muerte?.
Pensó Alex, cuando de golpe despertó ahogado y sudado en el suelo. El suelo era frío, muy frío. La habitación estaba escasamente alumbrada, unos cuantos bombillos estaban quemados. El polvo era abundante, tanto que Alex no pudo evitar estornudar debido a su alergia, desde pequeño era alérgico al polvo y al maní.
El corazón de Alex no paraba de latir a gran velocidad, sentía que el pecho en cualquier momento se rompería en pedazos y el corazón saldría volando.
Intento calmarse pero fue imposible, solo cerro los ojos e intento ponerse en pie. Una vez de pie repasó la habitación cuidadosamente. No había nada. Simplemente encontraba telarañas en las esquinas y percibida la humedad de las paredes.
-Esto parece un motel de mala muerte. Dijo en todo burlón.Dio pasos lentos y cautelosos hacia el pasillo que tenia enfrente, lo recorrió con cuidado. Puso una mano en la pared para poder guiarse, solo veía una puerta al fondo, y cada que se acercaba la puerta parecía estar mas lejos y las luces empezaban a hacerse mas opacas.
El miedo se hizo presente en él por segunda vez, empezó a correr y su rostro puso una expresión de preocupación por no encontrar fin a aquel pasillo.
De pronto sus pies se enredaron y cayo rotundamente en el suelo, sintió una punzada de dolor en el pecho y la nariz, sintió la sangre tibia bajando por sus labios. Se paro con cuidado y se limpio parte de la sangre con su mano derecha. Al levantar la cara se sorprendió y solo pudo poner una expresión de confusión y asombro. Pues la puerta la tenia justo en frente, a un paso de él. Cuando cayo creía haberla tenido lejos aun pero ahí estaba, a un paso, acerco su mano derecha para poder tocarla y sintió la madera suave de la puerta. Rápidamente se puso de pie y buscó la manilla, desesperado, le dio vuelta y la puerta cedió, no tenia seguro. Tuvo que empujarla un poco, parecía trabada. Cuando de golpe abrió y mientras la puerta abría, la luz de la habitación lo escandiló por unos segundos. Cuando volvió a la normalidad y pudo observar su sentimiento de alegría y euforia desapareció. Era otra habitación mucho más grande, era enorme. Tenia muchas puertas, dos pasillos laterales con varias puertas en el. Recorrió toda la habitación con la mirada y no podía decir palabra alguna.
Se limpio de nuevo la sangre de la boca y la nariz y se quedo viendo su mano, manchada de sangre junto con la franela blanca que cargaba puesta. Miro de nuevo la habitación y solo pudo decir dos palabras.—¿Donde estoy?.
ESTÁS LEYENDO
Introspección.
Mistério / SuspenseUna habitación desconocida, oscura, con un aire frío y macabro. Ahí despertó Alexander Modrost, sin recuerdo alguno de como llegó a ese sitio. Ansioso por escapar de ese lugar, recorre el largo pasillo que estaba enfrente de el y abre la única puert...