Capitulo 3

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Estaba cansado. Cansado de tener que colgar carteles por todos lados, habían estado hasta las 2:30 am colgando carteles, tal vez para ellos no haya sido nada, pero Guillermo acostumbra a irse temprano a la cama.
Era el primer día de clases oficial, ya que la anterior semana había sido de "orientación" y tan solo unos 8 alumnos habían ido.
Allí se encontraba, frente a las puertas del nuevo instituto al que se había cambiado. La realidad es que lo había hecho por Alma, pero vaya que no valió la pena. Lo había ayudado a insistirles a sus padres para dejar la educación en casa para poder ir a un instituto común como los otros chicos, y allí estaba. Frente a otras personas en una secundaria real.
La primera hora tocaba historia ¿la ventaja de ser él? Era un genio.
Dejo todos sus libros (en excepción al de historia) en el casillero que le correspondieron, y camino entre la gente a el salón de historia. Si algo le había dicho Alma en los primeros días de "orientación" era que tenía que lucir como si nada le afectara. Y eso estaba haciendo.
Habían 5 alumnos en el salón cuando el llego, se sentó en uno de los asientos del medio ignorando las miradas de los demás. Cuando el timbre sonó, 3 segundos después de haber llegado el, todos los demás alumnos llegaron el plan, de fingir que nada le afectaba estaba saliendo a la perfección, cuando vio llegar a Samuel hablando con Mangel, intento agachar la cabeza para que no lo vean pero sus intentos fueron en vano.

-¡Ey! Guille ¿desde cuándo estudias aquí?- Pregunto ¿Le había dicho Guille?
-E-es mi primer año aquí- En el fondo se maldijo por haber tartamudeado, estaba frente a frente con el mientras veía la mirada de Samuel un tanto muy intensa.
-Bien siéntate con nosotros en el almuerzo, lindo.- Le dijo ¿Le había dicho lindo? Mangel, en cambio, le dedico una simple sonrisa. Samuel se sentó en la misma mesa que Guillermo, y Mangel a su lado ya que las mesas eran redondas había lugar para 6.
Guillermo no tardó en ser incluido en la conversación de ellos, quienes discutían sobre lo mierda que era aquel instituto.
A los pocos minutos Frank cruzo la puerta mirándolos con una sonrisa.

-Que coincidencia chavales- Dijo mirándolos con una sonrisa.- ¿Les molesta si me siento?- Pregunto señalando una de las sillas.

-Si- dijo Samuel serio. La sonrisa de Frank cayo a una mirada seria- Es broma- Dijo Samuel riendo mientras Frank cambiaba a una cara de inseguridad.
-Esto me parece demasiada coincidencia hace poco me encontré con...- Y antes de que pudiera mencionarlo alguien lo interrumpió.

-Vaya, ¿así que además del estúpido de Diego, tengo que aguantarme al grupito de investigadores de Alma?- Dijo Rubén con ironía, todos rieron un poco. La mirada de Rubén y Samuel apuntaron a Guillermo, cuando este rio, pero estos dos no dejaron de sonreír- ¿Les molesta si me siento?- Pregunto mientras se sentaba entre Guillermo y Samuel.

-Bueno, ¿para qué preguntas si al cabo terminaras sentándote igual?- Dijo Samuel sonriendo, y haciendo a los demás reír un poco.
Frank se sentó junto a Mangel y al lado de la silla vacía que quedaba.- Solo queda el pequeñajo aquel, ¿creen que vendrá?- Pregunto Frank.

-Seria demasiada coincidencia si eso llegase a pasar.- Dijo Mangel, mientras Rubén miraba un poco molesto la forma en la que Samuel miraba a Guillermo.

-¿si llegase a pasar que?- pregunto una voz detrás de él, haciendo que Mangel de un pequeño salto cayendo de su silla al instante.
Samuel no pudo evitar largar una gran carcajada al ver car a su amigo, todos los presentes rieron también pero no tanto como lo hizo Samuel.
Alex aun riendo dejo sus cosas junto a las de Frank y Guillermo, quienes le aplaudían mentalmente por haber hecho eso por muy cruel que sonase.

-Muy buenas tardes alum- el profesor no llego a terminar la frase al ver como todas las otras 5 mesas miraban a la mesa del medio quienes reían sin parar mientras Mangel aún seguía en el piso, procesando si eso era una pesadilla o estaba pasando realmente.- ¿Miguel Ángel, puedes explicarme que haces en el piso?- Dijo con una mano en su cara, preguntándose mentalmente porque tenía que volver a tener a Samuel y a Mangel como alumnos. Mangel estaba a punto de abrir la boca para hablar cuando el profesor lo volvió a interrumpir.- ¿Sabes qué? No me digas, levántate y comencemos de una vez.

El Gómez, no era mal profesor, de hecho enseñaba bastante bien, lo malo era la poca paciencia que este tenía y lo poco serio que era aquel grupo de amigos.
Luego de 2 largas horas de historia, la campana sonó dejando en claro a tanto estudiantes como alumnos que la hora de un pequeño receso había llegado.

Todos (en excepción a Guillermo) venían a aquel instituto desde hace tiempo. ¿La razón por la que nunca lograban verse? Estaban divididos en 4 a, 4 b, 4 c, 4 d, y 4 e. Pero este año a todos les había tocado el mismo curso. 5 b.
No se podía negar que en la secundaria en la que estaban era demasiado grande. Eran 3 edificios con un patio delantero y una cancha de futbol por detrás, unas piscinas, y vestuarios de hombres como de mujeres, y la casa de "cosas perdidas/olvidadas" en la cual se dejaban cosas que se querían olvidar, que se perdían, o de las cuales nunca se encontró el dueño. También se podía mencionar la poca atención que le daban a sus alumnos los mismos profesores, porque más de una vez se los podía ver fumando algún porrillo por el patio.
El patio delantero del instituto era muy grande, lleno de pasto, algunos árboles, y una bonita fuente en el centro.
El grupo de 6, se sentó a unos metros de la fuente, todos en el pasto, mientras Rubén se acostaba en el pasto, fumando un poco de marihuana mientras pensaba ¿Cómo sería todo si Alma estuviera junto a ellos?
-¿Y qué te parece la escuela Guille?- Pregunto Samuel.- Ya que eres el único nuevo aquí, dinos tu opinión, no se asemeja en nada a tu anterior escuela ¿verdad?
-E-es gigante, los profesores son una mierda como en todos los institutos, pero, bueno, no se puede pedir más- dijo mientras Rubén sonreía ante las palabras de Guillermo.
Continuaron conversando, hasta que alguien toco la pregunta que causaría tensión ante todos.
Samuel había contado otro de sus divertidos chistes, haciendo reír a todos, menos a Mangel ya que el chiste lo había dejado un tanto en ridículo. Alejandro estaba junto a Rubén, así podía escuchar el bello sonido de su risa, el olor a porro lo molestaba un poco, pero lo soportaría por él. Mangel estaba también junto a Rubén y Samuel, Miguel y Rubén habían rosado manos en un momento, lo cual le produjo un cosquilleo que no pudo reprimir, lo cual lo llevo a mirar a Rubén detenidamente por un momento. No era feo, de hecho era lindo, y tenía unos ojos verdes muy lindos, y... unos brazos en los cuales las venas se les marcaban bien, y unas manos grandes perfectas para. Y en ese momento supo que debía detenerse.
Rubén en su lugar, solo reía y miraba atentamente a Guillermo. Le gustaba mucho cuando sus ojos se achinaban más de lo que ya estaban cuando se reía, o como su cara se le iluminaba cuando sonreía, o lo delicado que parecía su cuerpo. Guillermo para Rubén era la definición de perfecto.
Frank se encontraba entre Alejandro y Guille, añadía algunos comentarios, y reía, mientras hablaba con Luzu por Whatsapp, ya que este estaba demasiado aburrido en la universidad. Samuel era el centro de atención en aquel momento, se encontraba entre Mangel y Guillermo, y no podía evitar pensar en lo hermoso que era, y tampoco en lo poco disimulado que era Rubén. Pero no dejaría que este le quitase a su nuevo objetivo.
Guillermo por su lado, estaba entre Frank y Samuel, este reía y opinaba algunas veces, al igual que los demás, su atención estaba fija en Samuel, pero a veces sus pensamientos revoloteaban bajo la pregunta de "¿era lindo?" pues nunca lo había pensado, varias veces le habían dicho en una fiesta que estaba "bien follable" pero nunca considero eso lindo. Samuel en cambio, era completamente apuesto, tenía esa mirada penetrante, esa sonrisa encantadora, esos brazos grandes, con unas manos grandes también, un cuerpo seguramente tonificado, era alto, y tenía ese... ese encanto que lo hacía irresistible, tenía seguridad, confianza, y sobre todo, es forma de mirarlo que... que lo volvía loco. También decir que tanto como Rubén y Guillermo creen en el amor a primera vista.

-¿Poh qué creen que Alma no no presento anteh?- pregunto Mangel en uno de sus momentos reflectivos.
Todos callaron por un momento.
-No lo sé...- Dijo Frank.- pero sí creo que sí lo hizo, fue por algo.- continuo llamando la atención de todos.- Creo que todos aquí sabemos que ella hacia todo con un propósito. Esto no puede ser coincidencia.
-Y tampoco, puede ser coincidencia que todos estemos aquí, en el mismo instituto, y en el mismo curso.- Dijo Samuel.- Porque el año pasado recuerdo haber visto que yo y Mangel-
-Mahe y yo.- Dijo Mangel en voz baja pero siendo ignorado completamente por Samuel.
-iríamos a 5 d, pero por alguna razón nos cambiaron el curso.- concluyo Samuel.- creo, que esto no fue un problema de "cantidad de alumnos".
-¿Estás diciendo que Alma planeo todo esto?- Pregunto Rubén, llamando la atención de todos.- No lo creo, Alma no nos haría esto. ¿Por qué lo haría? Si sabe que nos está dañando a todos.
-De hecho también nos está uniendo, tal vez quiere que la busquemos.- Dijo Alex.
-Igualmente nos está dañando. No sé ustedes, pero yo nunca le hecho algo como para que se vengue de esta manera.- Dijo Rubén.

El timbre sonó nuevamente haciéndoles saber que la hora libre llego.

{Últimas 2 horas de instituto}

Mangel debía admitir que aquel día sintió envidia de Guillermo casi todo el tiempo. El chico era divertido, lindo, tenía toda la atención que él quería, era inteligente, e incluso era agradable. Era obvio que atraería la atención de Samuel y de Rubén. Mientras Rubén le hacía entender que le gustaba con pequeños detalles, como ayudándolo a cargar algunos de sus libros, o esperándolo antes de salir del salón, Samuel le decía lo lindo que era casi siempre, pasaba gran parte del día con él, y le daba algunos roces "inocentes". Así que la otra parte del día la paso hablando con Alex, Frank, y Rubén, en el salón, y con Alex solo en el receso. Ya que Frank tenía que preparar las cosas para las horas extras que tenía por estar en el equipo de natación del instituto.

-¿Qué se supone que tenemos ahora?- Pregunto Frank mirando confundido el horario.
-Psicología, con un tal Abraham- Dijo Guillermo, mientras le dedicaba una sonrisa a Rubén, por haberle llevado los libros. Rubén en su lugar, se sonrojo.
-Debe de ser el nuevo, no tiene más de unos 28 años.- Dijo Samuel.
-Apuesto 10 a que es uno de esos intelectuales con anteojos que creen que todo se soluciona con una simple libreta en la cual escribir sus problemas.- Dijo Rubén.
-Yo apuesto a que es uno de esos pacifistas hippies que huelen a mierda y a porro- Dijo Samuel.
-Yo apuesto a que es uno completamente normal, con barba, y que se comporta más decentemente.- Dijo Alex
-Acepto la apuesta.- Dijeron Samuel y Rubén a la vez.

Frank simplemente rio ante la estúpida apuesta de ellos, mientras Mangel solo se dedicó a rodar los ojos.

-Hola, mi nombre es Abraham y soy su nuevo profesor de psicología.- Dijo el tan esperado profesor.

-Creo que gane –dijo Alex sonriendo, pues si era un simple ciudadano, con una apariencia normal.-Deberían de haber prestado más atención a la presentación de profesores.- dijo tomando los billetes que Samuel y Rubén le extendían. El pequeño roce que hubo entre las manos de él y de Rubén le produjo una pequeña electricidad que lo hizo sonrojar.

Sorpresa perras.


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⏰ Última actualización: Jan 05, 2016 ⏰

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