Capitulo 2

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Hoy me he despertado de buen humor, pero sigo sin querer ir a la fiesta. Me he levantado de la cama y me he preparado un completo desayuno. Solo quedan tres días para la llegada de Adrián. Estoy muy ilusionada, mi hombre, mi vida, mi todo va a estar a mi lado en tres días. De repente me asusto al oír una voz de mujer gritando mi nombre desde la calle.
- ¡Jennifer! Asomate a la ventana.
Era Sara, menudo susto me ha dado.
- ¿Que ocurre?
- ¿No te habre despertado verdad?
- No a mi no, pero es posible que a el resto de el barrio sí.
No pude ebitar reirme de mi comentario pero ella tambien lo hizo.
- No seas tonta anda y escucha. Bueno no, mejor habreme que no hace falta que se entere todo el mundo.
Le habro la puerta de el portal y no tarda ni quince segundos en llamar a el timbre de mi casa.
- Jennifer ¿Te acuerdas de la fiesta? Bien pues yo tampoco voy a ir.
- Y eso?
- Veras, me precipite al querer ir a la fiesta sin a penas conocer a Alex y no creo que sus intenciones sean buenas, ya me entiendes.
- Te refieres a que querra algo con tigo?
- Eso creo yo. Asi que queria preguntarte si podria ayudarte con los preparativos de la boda, que se que ultimamente andas un poco liada.
- Pues claro Sara, esta noche te espero.
Se a ido rapidamente y no me explico a que venian tantas prisas, pero eso no me preocupa en este momento. Siento la necesidad de hablar con Adrián pero me recuerdo que estará trabajando y dejo olvidar esa necesidad.

Las horas transcurren lentamente cuando decido preparar una rica cena para Sara y para mi. Tardo una hora en prepararla y rezo por que Sara no aya cenado aún. Pocos minutos despues el timbre suena y me pregunto como podra haber subido si no le he abierto de abajo. Cuando habro la puerta me doy cuenta de que no es Sara sino el vecino de arriba que como es avitual, se le habia caido un calcetin y habia caido en mi terraza. Pero un par de minutos después oigo el timbre y esta vez de abajo. Descuelgo el telefonillo y Sara me pide que le habra. Como habia pasado a la mañana, ella no ha tardado ni quince segundos en llegar a la puerta. Hemos cenado y me a ayudado eligiendo el color que tendran las flores en la ceremonia y colocando a cada imbitado en las mesas para la comida. Se nos ha echo tarde.

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