Quiero Seguir Soñando

Capitulo 12

El tanatorio esta deshabitado. Ya venia asustada pero la idea de quedarme sola rodeada de cadáveres me aterroriza. Decido acercarme a la recepcionista.
- Hola buenas tardes, venía a visitar a Adrián Mac.
- Se encuentra en la sala 14 segunda planta.
- Muchas gracias.
- A usted.
Mientras subo las escaleras mi cabeza se centra en Sara. Creo que debo llamarla después de salir de aquí y contarle todo. Llego a la sala y en una de las butacas esta sentado el que parece ser el organizador de eventos funerarios.
- Buenas tardes Jennifer.
- Buenas tardes eh....- enfoco un poco los ojos en su placa y consigo completar la frase- John.
- Siento tener que ser tan directo en este tema tan delicado pero tengo un poco de prisa y tenemos muchos detalles que escoger.
- No se preocupe.
- Esta bien, en ese caso vallamos al grano. ¿Que cantidad de dinero estaba dispuesta a pagar en total?
- No tengo una cantidad en mente, no quiero nada muy barato pero tampoco cosa de ricos.
- Un entre medio entonces. ¿Que le parecen dos mil dolares?
- Es un buen precio, ¿Que tienen al rededor de ese precio?
La verdad es que es un precio razonable. En este momento me da igual arruinarme, ya no tengo nada que perder. Solo quiero que el recuerdo de Adrián sea bonito y me da igual la cantidad, pero si por ese precio puedo conseguir cosas bonitas me quedo con eso.
- Tengo lápidas de piedra y de mármol, letras de metal o incluso incrustadas en el material de la lapida y varios tipos de soportes para colocar flores.
- Creo que tengo una idea en mente.
- Digame.
- Me gustaría una lapida de mármol blanco y negro y letras en él de color plateado. Y el soporte... Uno de metal quedaría bien.
- Esta bien. Todo esto te saldría al rededor de dos mil cien dolares.
- Me parece un buen precio. ¿Para cuando estará en el cementerio?
- En un par de días supongo que estará pero de todas formas la llamaremos.
- Muy bien, muchas gracias.
- No hay por que darlas.
Ya es hora de salir de allí. Voy a rebuscar en este enorme bolso hasta encontrar mi teléfono y llamar a Sara. Por fin lo he encontrado.
- ¿Sara?
- Si, ¿Jennifer?
- Si, soy yo.
- ¡Jenny! No sabes la alegría que me da escuchar tu voz.
- Y a mi la tuya.
- ¿Ha ocurrido algo?
No se como empezar a contar la historia, no quiero preocuparla demasiado aunque es tan fuerte que aunque lo intente suavizar no va a servir de nada.
- Pues si, veras...
- Jennifer, me estas preocupando, ¿Que ocurre?
¿Como empiezo? No se que decirle
- Pues veras... Adrián...
- ¿Que ocurre con Adrián? ¿Le ha pasado algo?
- Algo muy grave. En el viaje de vuelta el avión sufrió un accidente y no ha podido sobrevivir.
Pasados un par de minutos y viendo que no contesta decido preguntar.
- ¿Sara? ¿Estas ahí?
No contesta y de repente oigo un ruido. ¿Se habrá desmayado?