5.- Tiempo contigo.

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POV. Norman Reedus.

Iba llegando a la dirección que ____ me había dado. Para ésta ocasión tan especial me había vestido de etiqueta, pantalones y chaqueta grises, una camisa blanca y una corbata color vino.

Al llegar me bajé de mi auto y contemplé la casa blanca frente a mí.

Caminé hasta la puerta y toqué el timbre. Esperé unos segundos y ésta se abrió, dejándome ver a París.

-¡Papi Norman!

¿Papi Norman?

La pequeña Winston me abrazó las piernas y yo coloqué mis manos en su espalda, simulando un abrazo.

-Hola pequeña, te ves hermosa.

-Y no has visto a mamá.

Subí la mirada y me encontré con ____, ella realmente se veía... Espléndida.

-Mami, llegó papi Norman.- París me tomó la mano y me hizo entrar.

Sonreí al ver la cara de ____, al parecer estaba en shock.

-No... Norman- tartamudeó- lamento lo de París.- dijo reaccionando, bajando la mirada con las mejillas ruborizadas.

-Tranquila, ¿quién no querría un padre tan hermoso como yo?

Winston rió, dándome un golpe suave en el hombro.

-Narcisista.- al parecer volvió a la normalidad.

Sonreí algo enternecido y caminamos a la mesa. Ahí nos esperaba París.

-Siéntate a mí lado papi Norman.

Reí.

-Ya voy, tranquila.

Me senté y pronto ____ llegó con dos platos de arroz con curri y luego uno más para ella.

-Disfrutenlo.- dijo orgullosa de su comida.

Yo y París comimos gustosos, la comida estaba realmente buena. De vez en cuando ____ me preguntaba algo, pero más me sorprendió que preguntara por Mingus.

Al terminar, París se estaba quedando dormida y ____ no tardó en darse cuenta, cuando iba a tomarla, la detuve.

-Te ayudaré.- tomé a la pequeña entre mis brazos y ____ me guió hasta la habitación de París. La recosté en su cama y Winston mayor la arropó.

-Gracias.- dijo ____ mientras salíamos del cuarto y apagaba la luz.

-No es nada.

Fuimos a la sala y nos sentamos en el sillón largo color verde claro.

-¿Me dirás como fue que tuviste a ese pequeño ángel?- cuestioné apoyando mi cabeza en el respaldo.

-Pues, no sé sí debería hablar contigo de eso.

-Oye.- levanté la cabeza y me miró -Somos amigos, ¿no?

-¿Lo somos?- alzó una ceja, sonriendo de forma ladina.

-Soy papi Norman.- dije haciendo puchero.

Soltó una carcajada sonora y se relamió los labios.

-Bueno. Cuando tenía 20 me invitaron a una fiesta, era un día especial pues era el cumpleaños de mi novio, pero de un momento a otro me sentí mareada y salí para tomar aire. El local estaba a un lado de un callejón y dos hombres bastante jóvenes me llevaron ahí después de golpearme.- tragó espeso y yo en ningún momento aparté mi vista de sus ojos, los cuales se veían llorosos -Fui violada...- secó una lágrima con el dorso de su mano -Después de eso estuve encerrada durante algunos meses, pero un día comencé a tener nauseas y mareos; mi sobrina era la que más se preocupaba por mí y entonces, ella me acompañó a ver a un doctor... Ahí supe que estaba embarazada. -suspiró- Mi familia me decía que debía abortar, pero yo no quería y mi novio al enterarse de esto me dejó, así que me fui de casa para hacer una nueva vida e incluso cambié mi apellido.

Ambos guardamos silencio y al escuchar su llanto, la abracé. ____ escondió su cara en mi pecho y después de un rato de estar llorando, se durmió.

Acaricié su cabello y lentamente cerré los ojos.

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-Papi Norman.

Abrí los ojos con pereza, París me estaba moviendo para despertarme. Me moví con cuidado y miré el bulto en mi pecho. ____.

Sonreí y besé su frente, se removió, pero continuó dormida.

-Papi Norman, escuchame.- miré a la pequeña Winston.

-¿Qué pasa?

-Tengo hambre.

Acaricié su pelo y me levanté intentando no despertar a ____, me quité la chaqueta y con ella tapé a la veinteañera.

-Ven, vamos a desayunar.

-¿Le haremos el desayuno a mamá?

Paré en seco y volteé a verla.

-Que buena idea. Ven hagamosle el desayuno.

Tomé a la pequeña y fuimos a la cocina.
Ahí le preparamos tostadas, jugo de naranjas y un café.

-¿Nos faltará algo?- pregunté dudoso a la pequeña.

-A mamá le gusta el cereal con leche.

-Entonces eso nos falta.

Tomé un cuenco color azul pastel y vertí ahí el cereal y la leche.

-Vamos.- dije tomando la bandeja y caminé junto a París hasta el sillón en donde ____ continuaba dormida.

-¿La despertamos?- preguntó París mientras yo dejaba la bandeja en la mesita de centro.

-Claro.

Nos acercamos a ____ y comenzamos a picarle la mejilla con nuestros dedos indice.

____ gruñó y frunció los labios.

-Ya, déjeme.- habló la actriz con voz ronca para después levantarse con lentitud.

-Buenos días, mami.- dijo París abrazando a ____.

-Buenos días París.- me miró y sonrió -Buenos días señor Norman.

Se sentó correctamente en el sillón y miró el desayuno frente a ella.

-¿Lo hicieron ustedes?

-Sí, un desayuno perfecto para una mujer perfecta.- dije sentándome a su lado, lo mismo hizo París.

-Gracias.

Besó la mejilla de París y luego la mía, cosa que la hizo sonrojarse.

-Bueno, vamos a comer que luego debemos ir a grabar.- dijo Winston madre.

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-¿Qué es lo que buscas con exactitud?- pregunté mirando a "Gin", quien estaba abriendo una lata de duraznos.

-¿A qué te refieres?- hizo más fuerza al no poder abrir la lata.

Se la quité.

-Tu brazo está dañado.- abrí la lata -Y me refiero a eso que buscas a cambio de tu información.

Hubo un silencio, cuando le entregué la lata a Gin, se dispuso a hablar.

-Busco a mi hija.

Alcé la mirada.

-Fuimos separadas hace no mucho.- miró los duraznos sin ganas de comerlos. -Apenas tiene 4 años.

Gin comenzó a llorar, pero esas lágrimas eran muy reales.

Sin pensarlo dos veces la rodeé con mis brazos y uní nuestros cuerpos en un abrazo.

Eso no estaba en el guión.

-¡Corten! Norman, ven aquí.

Asentí y solté a ____, quien me miraba con algo de sorpresa, por el abrazo supongo.

I thank you |Norman Reedus y tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora