8.- Visita efímera.

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POV. ____ Winston.

James me había encerrado y se había ido junto a Su. No tuve más opción que romper la ventana y salir por ahí.

Me había separado del pequeño grupo en el que estaba Daryl y Rick. Me encontraba caminando por la carretera sin un rumbo fijo, aún estaba aturdida por el último golpe de James, por lo que me balanceaba de un lado a otro.

Con voz ronca cantaba una canción de cuna, la favorita de Su.
Caí al suelo y entonces el grito de una voz masculina muy conocida para mí me hizo mirar al bosque aún estando tendida en el suelo.

-¿Rick?

-¡Gin!

-Rick.- llamé, intentando gritar.

-¡Gin!

-¡Ri... Rick!

-¿Gin?- pasaron unos segundos y Rick llegó hasta mí.

-Hola sheriff.- dije sonriendo.

-Dios, no debiste irte así. Mira como estás.- miró mis heridas.

-¿Y los demás?

-Nos separamos después de que una horda de caminantes nos atacara.

-¿Y por qué me buscabas?

-Se lo prometí a Daryl.

-¡Corten!

Andrew me ayudó a levantarme y nos felicitaron por la buena actuación de ambos.

-Mami.

-¿Qué ocurre tesoro?

-Papi Norman te está buscando.

-¿En dónde está?

-Allá.- apuntó a un lugar cercano al bosque.

-Bien, quédate con Andrew mientras voy a ver que quiere Norman.

-Okay.- fue hacia Andrew -hola señor Andrew.

-Hola París. Ya te he dicho que no me llames así.

Esbozé una sonrisa y caminé hasta Reedus.

-¡Legolas!- hablé como lo haría Gin.

-Ginger.- ese es el verdadero nombre de Gin y odia ser llamada así.

-No me llames así. ¿Qué ocurre?

-¿Quieres tomar un helado después de la grabación?

-Claro.

-Bien, nos vemos luego.

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« 2 días después. »

Norman se encontraba con París en la sala y yo estaba preparando el almuerzo, en eso sonó el timbre.

-Norman, ¿puedes ver quién es?

-Claro.

Estaba tan concentrada cortando la carne para la comida que el grito proveniente de la puerta me hizo saltar y hacerme un corte en el dedo. Lo chupé y fui a ver que ocurría.

-¿Sami?- en la puerta vi a mi sobrina 7 años menor que yo.

-¡____, no puede ser!- soltó la maleta -¡No me equivoqué de casa realmente estás con Norman Reedus!

-Tranquila. Ven, entra.- le tomé la mano y la hice entrar mientras Norman reía, tomando la maleta de Sami.

-Es que no puede ser... Es Norman.

-Lo sé, lo estoy viendo.- la senté en el sillón más largo de la sala-Por cierto, ¿qué haces aquí?

-¿No recuerdas que cada año vengo a verte en ésta fecha?

-¿Eh? Sí, creo que he estado muy centrada en el trabajo. Lo siento.

-Bueno, aquí estoy.

-Sí. ¡Ah!- volteé hacia Norman -Norman, ella es Samantha Miller, mi sobrina. Sami, él es Norman Reedus mi...

-Su amante.- me interrumpió el ojiazul.

-¡¿Qué?!

-¡Norman! Sami, está bromeando.- el ojiazul se carcajeó y Sami nos miró aún confundida.

-¡Mami, estás sangrando!- miré a París y luego al lugar que ella apuntaba, mi dedo.

Tenía un corte profundo y no mucha sangre salía de él, pero Noman se había alarmado, tanto que me tomó la mano, me sentó a un lado de Sami y se fue en dirección al baño. Todo lo hizo tan rápido que no noté cuando ya estaba desinfectando mi herida.

-Bien, ya está.- me sonrió y tomó el botiquín para llevarlo al baño.

-Al parecer Norman cuida muy bien de ti.- me miró Sami fijamente, su mirada acaramelada me daba escalosfríos.

-Sólo somos amigos, nada de que sorprenderse.- hice un mohín y desvié la mirada.

Fijé mi mirada en París, quien jugaba con dos muñecas.

-¿Por cuánto has venido?- solté apoyando mi mentón en la palma de mi mano.

-No mucho, dos días.

-Entonces prepararé tu habitación.- me levanté y salí en dirección a un pasillo no tan largo. Entré en la habitación de huéspedes y del closet saqué sábanas.

-¿Te ayudo?- miré a la puerta y ahí estaba Norman.

-No es necesario, puedo sola.

-Biien.- me tomó una foto y se fue hecho un cohete.

Reí por lo bajo y retomé lo que hacía.

Después de unas horas Reedus se fue pues debía hacer algunas cosas con Andrew. Yo me dispuse a hablar y pasar tiempo con Sami y París.

-Entonces... ¿Te gusta?

-¿Mh?- subí la mirada de la comida japonesa que tenía en frente de mí, sobre la mesa -¿La comida?

Sami suspiró de forma estresada.

-Eres la chica más distraída que conozco. ¡Hablo de Norman!

-Ahhh... Pues, es buen amigo y- me interrumpió.

-No hablo de eso. Hablo de sí te gusta como hombre, como pareja.

-¿Qué?- miré a París de forma rápida, por suerte no estaba muy concentrada en mi conversación con Sami -Sam, éste no es el momento ni lugar.

-Claro que lo es.

Apreté los labios y comencé a jugar con la comida.

-No niego que es apuesto.- dije entré murmullos.

-Eso es, estás avanzando.

-Y bueno, me ayuda mucho y... Últimamente me he sentido atraída.

-Ya veo...

Sami se metió el sushi a la boca e hizo una expresión de estar pensando.

-Entonces te gusta.

Asentí sin estar muy segura de hacerlo.

-Ahora solo debemos descubrir sí tú le gustas a él.

-¿Sabes? No es necesario seguir con éste tema. Mejor vamos a dormir, mañana es mi día libre y pasaremos tiempo juntas.

-Está bien, vayamos a dormir.

I thank you |Norman Reedus y tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora