10.- "hi-mitsu".

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POV. Norman Reedus.

Era bastante temprano, 10 am. para ser exactos; me había quedado a dormir en casa de ___ como muchas otras veces y ahora nos estábamos preparando para ir al día de campo que les prometí.

París no paraba de hablar y ___ no hacía más que asentir a todo lo que decía la pequeña. Cuando subimos al auto de Winston, yo subí como piloto y las dos chicas atrás. El viaje duró dos horas aproximadamente, pues las llevé fuera de la ciudad, pero a pesar de eso, París seguía igual de animada que en un principio; salimos del vehículo y buscamos un buen lugar en donde ubicarnos, escogimos un lugar bajo un árbol, no tan lejos de un lago.

-Aquí estará bien.

Dejamos un mantel sobre el pasto y luego trajimos la comida.

-Bien, estas son la reglas.- habló ___ -Primero comen, luego juegan.

-¡Está bien!- respondió animosa la pequeña.

La mayor sacó tres sandwiches, una botella de jugo y tres pasteles pequeños.
Comimos sin apuro alguno, bueno, por lo menos yo y ___, ya que al contrario de nosotros. París no parecía mascar bien la comida, ya después de un rato se tranquilizó y comenzó a comer de forma más calmada.

-¡Olvidé a Doblas en el auto!- la pelicastaña salió corriendo en dirección al auto.

-Es un lugar muy bonito.- dijo ___ observando el lugar.

-¿Te gusta?- asintió.

-Siempre me han gustado los lugares así.

-A mí igual.- continué -Cuando estoy en lugares así, me siento como en mi hogar. Tengo una fuerte conección con la naturaleza.

Sonrió y mordió su sandwich.

-¡Aquí está Doblas!- París llegó y sentó al panda al costado de ___.

Ya después de un rato comencé a jugar con París y Doblas, corriendo de un lado a otro. En un momento me fijé que ___ caminaba hacia el lago, sacándose los zapatos hundió sus pies en el agua. Por alguna extraña razón, esa imagen quedó grabada en mi memoria y podría decir que era una escena hermosa.

* * * - * * - * * - * * - * * - * * - * *

-Gracias.- escuché decir a Winston.

París estaba dormida sobre el regazo de la mayor y el sol teñía el lugar de tonos naranjas.

-¿Por qué?

-Por traernos aquí.

Guardamos silencio por un rato, me sentía realmente a gusto en ese lugar, y con ambas a mi lado no podía quejarme.

-¿Quieres mojarte los pies?- preguntó dándome una sonrisa.

-Vamos.

Dejamos a París junto a Doblas y nos dirigimos con lentitud al lago. ___ lentamente entró en el agua cristalina y yo fui detrás de ella.

-No es muy profundo.- dijo ella mirando sus pies.

-Entremos hasta que nos llegué a las rodillas.

-Vale.

___ se volvió a adelantar, ya que ella solo llevaba un short, mientras yo tenía que subirme los pantalones para no mojarlos. Volví a ir tras ella y prontamente el agua nos llegó a las rodillas.

-Ten cuidado, hay varias piedras.

-Sí.

Sostuve a la más baja por sí se resbalaba o viceversa, porque sí se cae uno, el otro también lo haría.

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⏰ Última actualización: Apr 06, 2016 ⏰

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